Eva Bellido // Benicàssim
Susto mayúsculo, pero sin consecuencias, ayer, en el colegio Santa Àgueda de Benicàssim. Y es que en pleno horario lectivo se desprendieron una docena de azulejos de la escalera del centro. Afortunadamente, en ese momento no pasaba ningún escolar, por lo que no hubo que lamentar daños personales. Un suceso ante el que desde el Ayuntamiento se intervino de inmediato con el objetivo de evitar nuevos incidentes.
La alcaldesa, Susana Marqués, explicó lo ocurrido: «Se detectó que las piezas estaban sueltas este fin de semana y la directora lo comunicó al consistorio con un escrito». «Este lunes tuvimos consejo escolar municipal y nos comprometimos a que hoy –ayer para el lector– a primera hora iría la brigada municipal para supervisarlas y arreglarlas», indicó. «Para nosotros es algo prioritario y los operarios fueron por la mañana», afirmó la primera edila.
Desde el PSPV denunciaron los hechos y recordaron que los socialistas vienen advirtiendo hace un año «del mal estado en el que se encontraban las baldosas, porque con anterioridad se produjo otro desprendimiento de la parte alta». «Aunque se hizo una rápida reparación, creemos que la colocación de las piezas no fue la correcta», lamentaron. En este sentido, Marqués señaló que el Ayuntamiento hace las tareas de mantenimiento que le corresponden y que cuando se ha precisado «ha acudido la brigada para quitar los azulejos con peligro de caída y reponerlos». «Cuando se debe hacer una inversión más grande es competencia de la Conselleria, pero aún estamos pendientes de todas las demandas que le hemos planteado», dijo.
«No nos podemos permitir poner parches porque estamos jugando con algo tan sensible e importante como la seguridad de los niños», advirtió el edil socialista benicense Adolf Piquer.