Eva Bellido // Benicàssim
Alrededor de un veintena de universitarios de todo el mundo, pertenecientes al Máster de la Paz de la Universitat Jaume I de Castellón, impartieron este martes una jornada intercultural en el IES Violant de Casalduch con motivo del Día Internacional de la Paz que se celebra cada 30 de enero.
El proyecto responde a una iniciativa del grupo Pasos de Paz, formado por seis estudiantes de un seminario de una asignatura del máster. Uno de sus integrantes, el benicense Nacho García, fue uno de los organizadores de la actividad en el instituto de Benicàssim con el visto bueno de la dirección y en colaboración con las profesoras de las asignaturas de Religión, Mamen Toro; y de Filosofía, Pilar Fabón.
También participaron cuatro voluntarios de la Cruz Roja de Castellón, con la presencia del técnico responsable del proyecto Paréntesis educativos, el colombiano Carlos Prada, exalumno del máster, que trabajan con jóvenes expulsados de institutos. Asistió junto a tres jóvenes españoles de 16 años que forman parte del programa educativo, «promoviendo las habilidades sociales de los chicos y la cultura de paz», dijo Prada. La iniciativa se engloba dentro de Cruz Roja Juventud y el proyecto Educativos.
El programa arrancó a primera hora de la mañana con una introducción a la jornada, que estuvo dirigida a alrededor de 90 alumnos de primero de Bachiller.
En la presentación, los voluntarios cogieron el micrófono «durante unos 20 segundos para explicar de dónde somos y por qué estudiamos paz», indicó García. Y es que entre los voluntarios asistentes del máster había «cinco españoles, de Benicàssim, Castellón, Granada, Málaga y Valencia; dos rumanos, un estadounidense, dos haitianos, una italiana, cuatro colombianos, una argentina, una marroquí, un alemán y un francés, y también el colombianno que lleva el proyecto de Cruz Roja y los tres jóvenes españoles de 16 años», apuntó.
Después, se desarrollaron cuatro talleres de 55 minutos cada uno que se centraron en la comunicación no violenta, integración, ecología e inteligencia emocional y felicidad. «Dividimos a los 90 alumnos en cuatro grupos, con 23 jóvenes cada uno, y tenían que ir rotando por cada uno de los talleres hasta finalizar los cuatro», según trasladó el organizador.
García incidió en la voluntad de que «no se quedara en un día de taller, sino hacerlo práctico». «Por ejemplo, en el de ecología se dejaron dos cajas de reciclaje y van a estar ahí durante una semana para que los alumnos o quien quiera deje material para reciclar, ordenadores viejos, móviles antiguos, cargadores…».
Y en cada uno de los talleres había un compromiso final, en el de inteligencia emocional «hablamos de las sonrisas, abrazos, felicidad personal, relajación, paz… y quedamos en que se comprometían a hacer algo, como sonreír a mi madre cada mañana, a no cabrearme tanto; o en comunicación no violenta, a hablar mejor o tener más empatía, de esa forma tratamos que se les quede para siempre o al menos para un largo periodo de tiempo, que sea duradero».
Durante el cierre de la jornada se vivió uno de los momentos más emotivos con la plantación de un árbol, en concreto, una Mimosa, como el símbolo de la jornada; y se finalizó con la realización de una cadena de la paz por parte de todos los asistentes alrededor del jardín.
La profesora Mamen Toro explicó que el pasado año «ya vinieron a una hora de clase de religión y les gustó mucho a los alumnos». «Llegó a oídos del equipo directivo y pensaron por qué no aprovechar el Día Internacional de la Paz toda la jornada con varios talleres organizados por el grupo Pasos de Paz».
«Y les ha encantado, han oído cosas que suelen escuchar en clase, pero que al recibirlo de profesores siempre queda más serio o teórico, mientras si vienen alumnos jóvenes y de muchos países distintos con estas ganas de informar, de hacerles participar, entender, reflexionar, meditar… les llega más, los ven más cercanos».
Por su parte, Nacho García recordó que todo empezó el año pasado «con proyectos como Educación para la Paz, para educar a la población de la provincia de Castellón en la paz y darles herramientas, y que nos puedan conocer. Empezamos por institutos, el año pasado dábamos seminarios de iniciación que duraban una hora, fuimos a varios, uno el de Benicàssim, otro de Vila-real y otros dos de Castellón, les gustó y se solicitaron más horas este año. En Vila-real tres horas que iremos ahora en febrero y aquí en Benicàssim en lugar de una hora pues toda la jornada de la paz».
«Estamos muy contentos y motivados, ha sido muy positivo, y nuestra voluntad es organizarnos y ver cómo nos financiamos para poder continuar con el proyecto en otros institutos», dijo García.