ECONOMÍA Impuestos
Benicàssim sí se someterá finalmente a la revisión catastral. Así lo anunció ayer la alcaldesa de la localidad, Susana Marqués, tras haber aprobado el ejecutivo municipal en la junta de gobierno solicitar el trámite tan esperado por la ciudadanía a la dirección general del catastro con el objetivo de adaptar los valores a la realidad actual. Y es que los precios, en la actualidad, se encuentran completamente desproporcionados, ya que la última revisión se llevó a cabo en el 2006 antes de la crisis.
El mayor desfase se detecta, principalmente, en los terrenos rústicos frente a los urbanos que no presentan tanta desproporción. Era uno de los principales reclamos vecinales y uno de los compromisos electorales del equipo de gobierno, que ha terminado cumpliendo con su palabra.
Marqués explicó que la decisión se ha estudiado con detenimiento a través de diversas reuniones con la gerencia del catastro, con los técnicos y el equipo de gobierno desde el inicio de la legislatura, ya que la intención primordial “siempre ha sido pedirla”. “Pero no se podía hacer de forma precipitada”, señaló. “Había que determinar cuál era la fórmula más beneficiosa para los benicenses teniendo como premisa que el Congreso de los Diputados iba a introducir algunas mejoras en la Ley de Catastro”, afirmó.
Tras el último encuentro mantenido hace una semana, se ha apostado ya por dar el paso “con rigor y responsabilidad”, ya que Benicàssim cumple con todos los requisitos: que hayan transcurrido cinco años desde la anterior revisión y que existan diferencias sustanciales entre los valores vigentes y los del mercado. Benicàssim se someterá así a una especie de ‘revisión exprés’, mucho más ágil, eficaz y menos costosa para el Ayuntamiento, tanto en el aspecto económico como respecto al trabajo y dedicación que conlleva el proceso.
El concejal de Economía y Hacienda, Manolo Martín-Lorente, afirmó que el nuevo mecanismo “es automático y hará que en el 2014 los vecinos ya se puedan beneficiar de una baja de los valores catastrales”. El portavoz, Mauro Soliva, explicó que se hará mediante la aplicación de un coeficiente reductor que va a determinar el Ministerio, según los parámetros que han sido estudiado en distintas poblaciones de España”. “A Benicàssim le aplicarán un coeficiente similar al modelo de otras ciudades costeras turísticas”, señaló Soliva.
Los vecinos se verán beneficiados así de la reducción de impuestos, tales como el IBI, aunque también de otros como el IRPF, la renta o en todas las transacciones que se hagan por compraventas o herencias de fincas. Ahora habrá que esperar a que se pronuncie el catastro para saber qué tipo de coeficiente otorga a Benicàssim para conocer la repercusión exacta que tendrá en las arcas municipales. Y es que el próximo presupuesto ya se hará acorde con los nuevos valores. Y es que hay que tener en cuenta que más del 80% de los ingresos municipales se sustentan en el IBI.
Aunque, según aseguró Marqués, se trabajará por gestionar con “mayor rigor y máxima eficacia el dinero de los benicenses para que no se merme la calidad de los servicios”. El PSPV había forzado la convocatoria de un pleno extraordinario para este jueves con el apoyo del resto de partidos de la oposición con el objetivo de aprobar la reclamación de la revisión catastral, ya que el plazo máximo es hasta el 1 de marzo. Desde el equipo de gobierno señalaron que pedirán que no se cobre por ese pleno y que carece de sentido. Aunque sólo la oposición está en posición de poder desconvocarlo.