Héctor Lobo // Benicàssim
Utoya es un nombre que nos trae dolorosos recuerdos, todavía no muy lejanos en el tiempo. Fue en el verano de 2011. Un francotirador asesinó con un fusil a 77 personas, la mayoría jóvenes, en un campamento de verano en una pequeña isla de Noruega.
Una barbarie que nos dejó consternados y más viniendo de una de las sociedades más avanzadas y tenidas por modélica.
El director Erik Poppe, autor de películas como La decisión del Rey (2013) o Mil veces buenas noches (2016), se anima a contar aquella barbarie y lo hace utilizando una narrativa sorprendente, al situar la cámara y los ojos del espectador en medio del lugar de los hechos, adoptando el punto de vista de las víctimas, personificado en una de las muchachas del campus, Kaja, personaje ficticio que interpreta de modo magistral Andrea Berntzen.
Con ecos de películas referentes del género como Elephant (Gus van Sant, 2003) o El hijo de Saúl (Laszlo Nemes, 2015); el film, rodado en un único y portentoso plano secuencia, dura lo mismo que aquella tragedia, lo que convierte al tiempo en un personaje más.
Poppe recurre al efecto especial más económico y eficaz que existe: la imaginación del espectador.
Su gran acierto es que nunca muestra al tirador, salvo un par de veces, que se le vislumbra como una figura lejana, borrosa, imprecisa. Sólo se escuchan sus disparos y los gritos y gemidos que estos provocan en sus víctimas, a quienes se ve huir despavoridos o caer abatidos.
Sentimos la tensión, el terror, la confusión y la angustia en nuestras propias carnes. Es el miedo en estado puro. El ser humano enfrentado a la supervivencia. Tremendo.
¡Nos vemos en el cine!
LUNES 5 ……………………………………22:00h V.O.noruego. S.castellano
MARTES 6…………………………………..22:00 h
MIÉRCOLES 7 ………………………………22:00 h