Eva Bellido // Benicàssim
El Ayuntamiento de Benicàssim estudia medidas que reduzcan el ruido en la zona declarada hace años como acústicamente saturada (ZAS) para compatibilizar el ocio con el descanso de los vecinos. El consistorio plantea instalar toldos en la calle la Pau, uno de los viales más frecuentados por las tascas, como en Castelló, según explica la concejala de Turismo, Cristina Fernández.
«Son una especie de persianas, que cuando hay mucho ruido se cierran. Tienen un sensor y dependiendo de los decibelios se abren más o menos, ejerciendo como una barrera acústica», indica la edila, quien añade que «es algo innovador». Para ello, mantendrán hoy una reunión con el ingeniero Arturo Pinel. «Me puse en contacto con él, tras ver una noticia sobre las tascas de Castelló, para ver lo que podríamos hacer aquí», apunta la concejala.
Otra de las medidas que barajan, en colaboración con la Concejalía de Innovación que también dirige Fernández, es implantar sensores en luminarias y pantallas de aviso de rebase de ruido. «Cuando se sobrepasan los niveles permitidos emiten alertas y los ciudadanos toman conciencia», explica la concejala. Asimismo remarca que, en este sentido, se llevaría a cabo una campaña informativa: «Además contemplamos poner unos paneles que indiquen el nivel de sonidos que se producen en cada momento».
Peatonalizar la céntrica calle Santo Tomás es otra de las ideas que hay sobre la mesa. «Al menos el tramo considerado como ZAS, para aminorar el ruido de la circulación de vehículos», según aclara la edila. En este sentido, recuerda que –en una encuesta que realizaron antes de las pasadas elecciones municipales de mayo– los empresarios y comerciantes del vial vieron con muy buenos ojos esta propuesta.
«También tendríamos que hacer un estudio sobre cómo solucionaríamos el tráfico rodado, de por dónde entrarían y saldrían los coches», dice Fernández.
La representante municipal defenderá la inclusión de estas acciones en el presupuesto del 2020, en fase de elaboración.
La ZAS afecta a parte de la calles Bayer, Estatut, Santo Tomás y plaza de Los Dolores, entre otras del centro. Estas propuestas son «una manera de rebajar los niveles sonoros para que no haya problemas», indica. Actualmente, el consistorio está a la espera de los resultados de las últimas mediciones acústicas en estos lugares para convocar la mesa ZAS y abordar el asunto entre residentes, políticos y empresarios.