Por fin, algo tardío, pero parece que viene el calor para quedarse, se renuevan energías y tanto los que estudian como los que tienen la suerte de trabajar no ven el momento para que comiencen sus ansiadas vacaciones. Y, de repente, empiezan a volar los días, el calendario echa humo y nos metemos de lleno en esos días donde la piel huele a salitre, los planes se suceden, y se producen reencuentros con amistades que se construyen y crecen año tras año junto al mar.
Pero todo lo que se hace esperar dura poco y cuando menos te lo esperas, de golpe y porrazo, te has plantado en septiembre y por un momento uno se queda helado pensando en el triste otoño, en la vuelta a los quehaceres invernales, y planes que parecen menos atractivos sólo por no ser veraniegos. Pero por suerte, todo eso se esfuma contando los días que quedan para nuestras fiestas patronales.
Y aunque parece lejano ese 20 de septiembre, no lo está tanto. Porque en verano no miramos más allá del día siguiente, no tenemos reloj, y luego ya es tarde. Ahora se suceden las fiestas de muchos municipios cercanos, aunque el rey de las verbenas patronales es, sin duda, el mes de agosto. Y desde aquí nos gustaría hacer un llamamiento a todos aquellos que disfrutan de las cenas en la calle, de las orquestas que empiezan con pasodobles y acaban con el ya mítico tema The final countdown, con los preparativos y pique sano de los disfraces, con el perfecto tándem que forman las peñas y la charanga y todo lo que haga disfrutar a los vecinos en general honrando a su pueblo.
Sabemos que no tenemos las mejores fiestas, siendo sinceros, y por ello ofrecemos nuestro Facebook para que cualquier benicense nos cuente, chive y/o proponga aquello que vea atractivo en otras poblaciones, para luego poder transferirlo a los responsables de nuestras fiestas. Y no, no nos hemos olvidado de los toros, pero de eso ya vamos servidos.
Y es que las fiestas patronales son del pueblo y para el pueblo, por lo que todos podemos colaborar aportando ideas que nos devuelvan esos días de alegría, participación y hermanamiento que poco a poco han de resurgir.