TURISMO Gastronomía
EVA BELLIDO // BENICÀSSIM
Benicàssim ha dado ya nuevos pasos con el objetivo de continuar persiguiendo su afán de potenciar el turismo gastronómico de esta localidad costera del Mediterráneo. Después de arrancar con la creación del club gastronómico, cuyo proceso se está llevando adelante para conseguir este reto, el municipio crea lazos ahora con una ciudad como Valladolid, todo un referente nacional en gastronomía.
Varios empresarios hosteleros benicenses han visitado esta semana pasada el Concurso Nacional de Pinchos y Tapas de Valladolid, además de varias bodegas con D.O. Ribera del Duero, “para conocer de primera mano la forma de trabajar de esta ciudad, coger ideas y crear lazos”, según explicó la concejala de Turismo, Elena Llobell. Una salida que ha estado organizada por la propia Concejalía de Turismo, cuya técnico responsable, Merche Lozano, viajó la semana anterior a Valladolid para cerrar la visita de los hosteleros benicenses y establecer una primera toma de contacto. Próximamente, está prevista una futura reunión que ya concentre tanto a las autoridades como al tejido empresarial de ambos municipios, según indicaron desde el consistorio.
Y es que es un producto que se asemeja al que tanto boom está alcanzando en Benicàssim con la moda de las tascas y el tapeo, habiéndose disparado en los últimos años la apertura de este tipo de bares en la población, especialmente en las calles peatonales del casco urbano. Benicàssim también tiene mucho que ofrecer aparte de la cocina mediterránea y los arroces, con productos naturales y de calidad que se sirven en la mayoría de estas exitosas tascas, que pueden llegar a confeccionar una buena oferta con personalidad y originalidad.
El presidente de Ehosbe (Empresarios de Hostelería de Benicàssim), Luis Bas, mostró a este diario tras la visita lo productiva que ha resultado ser la visita y lo acogidos que se sintieron por los anfitriones, valorando enormemente el turismo gastronómico de Valladolid. “Como son un destino muy diferente al nuestro y no es competencia directa, resulta muy interesante poder promocionarnos mutuamente y enlazar ambos municipios”, señaló. Una de las posibilidades sería, por ejemplo, con una mayor presencia de sus vinos en los restaurantes benicenses, según precisó Bas, además de comercializar el producto puramente turístico de cada localidad.
Benicàssim ha correspondido a los paisanos invitándoles también, tanto a bodegueros como a otros hosteleros, a contemplar cómo se cocinan más de 1.000 paellas en la localidad durante el famoso Día de las Paellas, una fiesta que logra reunir a más de 20.000 personas cada año y que causa siempre gran expectación, siendo ya además Fiesta de Interés Turístico Provincial.
Además, el objetivo que persiguen hosteleros y consistorio ahora es el de «atraer turismo a raíz de la gastronomía y no que este sector dependa de que venga turismo a través de los hoteles», como sucedía hasta hace poco, según incidió Bas.