Eva Bellido // Benicàssim
Los camiones ya trabajan a pleno rendimiento para traer y dejar las 5.500 toneladas de arena previstas para mejorar las playas de Benicàssim, especialmente los tramos más afectados, en la zona sur.
Las tareas arrancaron el pasado lunes y tendrán una duración de 12 días, en los que se realizarán alrededor de 500 viajes para transportar aproximadamente 12 m³ de arena, «sumando un total de 5.500 toneladas que se van a repartir en toda la playa Heliópolis», según explicó ayer la concejala del área, Elena Llobell. De esta forma, se pretende dar solución temporal a la regresión del litoral.
Estos trabajos habituales de cada año en esta ocasión se han retrasado con el objetivo de llegar a la temporada con los arenales en un estado más óptimo, evitando los daños ocasionados por los temporales de los meses previos, según indicó la alcaldesa, Susana Marqués, en una visita a las tareas.
La arena procede del cauce del Río Seco. «Antes de su llegada a la playa Heliópolis, esa arena se ha dragado en la orilla del Gurugú de Castellón, se ha secado durante 24 horas y, tras el aireado, ha comenzado el transporte hasta la playa de Benicàssim», según señaló, por su parte, Llobell. Para la presente actuación, el consistorio ha destinado 50.000 euros.
Marqués insistió este viernes en su reivindicación al Ministerio «que haga efectivo el estudio de regeneración de nuestra costa. La única solución autorizada por Costas al Ayuntamiento es la que estamos realizando ahora e insistimos en soluciones definitivas más a medio-largo plazo para no tener que seguir realizando, año tras año, estos aportes de arena».
Reunión
Este, además, fue uno de los temas abordados en la reunión mantenida entre el Ayuntamiento y la nueva junta directiva de la Asociación de Vecinos Benicàssim Sur, ya que es una problemática que se presenta cada año.
Y es que cada año se registra una mayor regresión, especialmente en un tramo de Heliópolis, próximo al término con Castellón, de alrededor de 400 metros, que «es el que más sufre las mordidas del mar», relata Marqués.
Con ello, se crean escalones que dificultan el acceso al mar, sobre todo a personas mayores, y el arenal se ve reducido considerablemente.
Esto es debido «a las corrientes marinas que van cambiando y otras infraestructuras que se hacen en otros lugares de costa que acaban perjudicando a nuestras playas», según argumentó la primera edila de Benicàssim.