SOCIEDAD Casos judiciales
E. BELLIDO // BENICÀSSIM
El juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Castellón ha desestimado el recurso de un vecino de Benicàssim, J. C. B., contra la sentencia del 26 de septiembre del 2012 que rechazaba su denuncia contra el Ayuntamiento por no tomar medidas contra la saturación acústica.
El denunciante tomó esta medida tras remitir un escrito solicitando mediciones en las fiestas de septiembre por el ruido en el recinto ferial y acusó al consistorio de “inactividad” al respecto.
El juez, aparte de dar la razón a la Administración local, condena a este residente a pagar las costas del proceso. Asimismo, en diversas ocasiones protestó en el consistorio por no realizar las comprobaciones sonoras. A este respecto, desde la Administración local se respondió que los horarios para las actividades de ocio (en este caso el recinto ferial) son excepcionales durante los festejos, tal y como dicta la ley 7/2002 de Protección contra la Contaminación Acústica.
Tras varias misivas más en el 2011, el consistorio le contestó que había otorgado permiso a la feria para las celebraciones, fijando lugares y límites para evitar la saturación. Sin embargo, esta explicación no fue suficiente y el vecino acudió a los tribunales.
El juzgado considera que el Ayuntamiento no ha cometido “inactividad administrativa” y que se trata de un caso de “desviación procesal”, ya que hay que diferenciar el trámite de petición municipal con el judicial. En cuanto a la violación de derechos fundamentales, la resolución determina que el delito se cometería si fuera una situación permanente y prolongada en el tiempo, no por las fiestas.
La concejala de Actividades y Fiestas, Carolina San Miguel, manifestó su satisfacción. “Estamos muy tranquilos porque estamos haciendo las cosas bien para minimizar el ruido y las molestias de los vecinos. Desde el primer momento ya hemos emprendido acciones y no hemos tenido ninguna denuncia más, lo que demuestra que se están haciendo las cosas bien”, declaró.
Además, destacó otras iniciativas, “no obligatorias”, con el fin de reducir las molestias, como los limitadores acústicos.