URBANISMO Obras
EVA BELLIDO // BENICÀSSIM
Las obras de canalización de la desaladora de Oropesa a Benicàssim en la Vía Verde se abordarán este miércoles en una reunión en el Ayuntamiento ante la preocupación de algunos empresarios de la zona norte por la proximidad de las vacaciones de Semana Santa.
El consistorio benicense ha convocado un encuentro entre representantes de la empresa constructora contratada por el Ministerio –competente de la actuación– y alguno de los principales afectados, en la que también estará presente la concejala de Urbanismo, Carolina San Miguel, y en la que la compañía informará sobre el transcurso de las obras, los plazos, y los tramos y características concretas de las molestias. La cita estaba prevista para este jueves pero finalmente se ha adelantado al miércoles, según explicó San Miguel.
La responsable del área de Urbanismo ha recordado a este periódico que la obra “no es competencia municipal, desde el Ayuntamiento solo podemos intentar que afecte lo mínimo posible en los tramos en los que se actuará, como la pequeña parte de la vía verde que nos corresponde o el bulevar del casco urbano, entre otros”.
Y es que se trata de una obra que afectará a prácticamente todo el municipio y que tiene “un plazo de ejecución total de 10 meses, aunque los trabajos en la vía verde se prevé que finalicen en dos meses, antes de Pascua”, según señaló la concejala.
Uno de los principales perjudicados es el Hotel Termas Marinas El Palasiet, en la calle Pontazgo, justo en el inicio de la vía verde. Desde su dirección mostraron su preocupación por la operatividad del vial ante la llegada de la temporada y confían en que los trabajos hayan concluido por completo para Semana Santa y en conocer todos los detalles de la actuación en su tramo en este próximo encuentro en el Ayuntamiento.
Otro de los hoteles más próximos es el Voramar. Desde su gerencia también exponen su interés de que terminen las obras pronto, “porque sino sí que sería un problema”. Pero asumen que es “una obra pendiente y necesaria para dar viabilidad a la desaladora de Orpesa que llevará agua a la Parreta” y que no hay una época mejor para acometerla, que en invierno. Ya puestos en obras en esta zona, aprovechan para reivindicar la adecuación de un parking público existente en el área que minimizaría los problemas de estacionamiento.
Los cámpings, los máximos perjudicados ahora
Los cámpings de la zona norte de la localidad son los más perjudicados ahora por estas obras, tales como el Azahar o el Bonterra. Y es que estos meses viven su particular temporada alta con centenares de extranjeros de gélidos países como Reino Unido, Holanda o Alemania que pasan el invierno en Benicàssim. Mientras en verano sus instalaciones están más ocupadas por turistas nacionales y más próximos, de la Comunidad Valenciana o Madrid, ahora sus huéspedes son mayoritariamente foráneos y mucho más habituados al uso de la bicicleta.
La estampa de ingleses, holandeses o alemanes por la Vía Verde en bici es muy común por estas fechas y son los principales afectados, junto a los vecinos y multitud de deportistas que aprovechan el enclave para ponerse en forma al mismo tiempo que disfrutan de unas maravillosas vistas del litoral de Benicàssim y Orpesa y de la naturaleza. Aunque también entienden que las obras se realicen durante el invierno, cuando menos habitantes hay en la población costera.