La crisis interna del Partido Socialista de Benicàssim lejos de resolverse se endurece, tras las elecciones municipales del pasado 28 de mayo, que no arrojaron unos buenos resultados y otorgaron una mayoría absoluta al PP.
Y es que aumentan las discrepancias entre el candidato y actual portavoz, Rubén Rodríguez; y el secretario general del grupo municipal y concejal en la oposición, Miguel Alcalde. Rodríguez pide la dimisión de Alcalde (número tres de la lista) como secretario general y le reclama que deje el acta como representante del partido por «boicotear» la campaña electoral y «no confiar en este proyecto».
«Al día siguiente de las elecciones, el 29 de mayo, tuvimos una reunión de valoración de resultados, presidida por Alcalde y la secretaria de organización, Paloma Pascual, en la que Alcalde dijo textualmente que se quitaba la careta y que no estaba de acuerdo con la dirección provincial que en su momento tomó la decisión de renovar el partido conmigo como cabeza de lista». «Reconoció ante la militancia y simpatizantes del Partido Socialista haber puesto piedras en el camino, impedido acciones para ganar votos, incluso haber entorpecido ciertas acciones y actos de campaña para perjudicar al partido como tal, como rebelión ante la provincia internamente», según confirma Rodríguez.
«Considero que si no estaba de acuerdo con la dirección provincial debería haberse apartado a un lado. Hubo muchas negociaciones hasta llegar a la lista que finalmente se presentó, él estuvo de acuerdo porque se le prometió ser diputado provincial, cosa que exigió para estar en lista. Su único objetivo era ser diputado provincial, no se le dio por los resultados obtenidos y a partir de ahí ya empezó todo el proceso del 29 de mayo, que fue destruir», denuncia.
Y es que el pasado mes de febrero, el PSPV-PSOE de la provincia de Castellón anunció su apuesta por la renovación en los puestos de salida de la candidatura socialista en Benicàssim para representar «una alternativa real» al actual gobierno popular del PP. Y comunicó que el cabeza de cartel para los comicios del 28M sería Rubén Rodríguez, de 34 años, en lugar de Miguel Alcalde, que había vuelto a ser el elegido en la asamblea local para repetir como alcaldable con un apoyo del 95% de los militantes.
El nombre de Rubén Rodríguez no figuraba en la lista de los 17 candidatos socialistas que había sido aprobada por el PSPV de Benicàssim el 5 de febrero. Este escenario dejó en evidencia ya una crisis interna del partido, con discrepancias entre la agrupación municipal y provincial.
La versión de Miguel Alcalde
Por su parte, Alcalde explica que durante la reunión del 29M solo se limitó a hacer «una crítica constructiva» ante los resultados obtenidos después de las elecciones. «Creo que es lo que tocaba y no ponernos a aplaudir cuando hemos perdido un concejal», señala. «Yo no voy a pedir su dimisión, como él está haciendo conmigo, pero ya dije que Rubén Rodríguez no era el perfil adecuado para un pueblo como Benicàssim con el nivel socioeconómico que tiene». «Voy a terminar mi mandato de cuatro años y después veremos si deseo continuar», afirma.
«Nos dejamos llevar por el candidato y apoyamos todas las iniciativas, ya venían con un programa de Som Futur hecho, y lo respetamos, aunque algunas acciones no las hubiéramos hecho y hubiéramos apostado por otras, como reunirnos con todos los empresarios locales, traer a algún ministro o diputado a apoyar al partido o hacer algún acto de campaña más grande en el Espai de la Música, entre otras, pero respetamos 100% lo que dijo el candidato y su equipo», indica.
Contracampaña
Además, el portavoz socialista, Rubén Rodríguez, señala que «también nos ha llegado al PSPV que los militantes que no estaban muy de acuerdo hicieron una contracampaña en Benicàssim, pidiendo el voto públicamente a Compromís, como hizo una concejala del PSPV en Facebook, cobrando del Partido Socialista hasta el 17 de junio que se hizo el pleno de investidura», lamenta.
El Partido Socialista obtuvo tres concejales en las últimas elecciones municipales, perdiendo uno, respecto a los cuatro de la legislatura anterior, y empatando con Compromís con número de ediles, aunque este grupo le superó ligeramente en votos, por lo que el PSPV fue la tercera lista más votada. El Partido Popular ganó las elecciones con nueve concejales que le otorgaron la mayoría absoluta.
Vox obtuvo dos ediles. Mientras otros partidos como Ciudadanos y Podem no consiguieron ningún edil y se quedaron sin representación en la corporación municipal esta legislatura en la que Susana Marqués (PP) continúa como alcaldesa por cuarto mandato consecutivo.