EVA BELLIDO
Luz verde para empezar las obras de la iglesia de San Juan Pablo II de Benicàssim, que terminarán el templo después de 24 años con el edificio inacabado, junto a la plaza de Les Corts Valencianes.
El Ayuntamiento ya ha emitido la correspondiente licencia para que se pueda ejecutar la primera fase del proyecto promovido por el Obispado, que incluye todo el cerramiento exterior y que cuenta con un presupuesto de alrededor de 800.000 euros.
Así lo explicó el párroco de Benicàssim, Luis Oliver, acompañado de Héctor Persiva, gerente de la constructora adjudicataria, Restore, Edificaciones y Proyectos; del arquitecto técnico, Francisco García, y el colaborador de la parroquia, Santiago Lapeña, en la primera visita de la dirección facultativa.
El objetivo es poder arrancar con las obras de forma inminente, en los próximos días, una vez aprobado el plan de seguridad y toda la documentación necesaria, según explicaron. Las primeras tareas consistirán en el cerramiento de la fachada principal y las torres. La actuación contempla «todas las fachadas, de ladrillo caravista, planta baja, campanarios, así como los cerramientos de carpintería metálica de todas las partes altas y cristaleras», indicó Persiva.
El plazo de ejecución de la intervención es de ocho meses aproximadamente, por lo que las obras podrían terminar antes del inicio de la temporada estival o después, dependiendo de cómo van evolucionando y los imprevistos que puedan ir surgiendo.
En cuanto a los detalles de la iglesia, «la superficie de la planta baja del templo, incluyendo sacristía, capilla, vestíbulo y escalera de acceso al coro, suma un total de 1.124 m2», según apuntó el constructor. «La altura interior de la nave central es de 14 metros y la de las torres campanario asciende a 22.80 metros».
En referencia a la composición del edificio, la propuesta pretende aunar un discurso contemporáneo con la incorporación de elementos simbólicos procedentes de la tradición de los templos cristianos. La portalada sobre la fachada principal evoca con sus arquivoltas a las portaladas románicas, en este caso con un tratamiento material contemporáneo que reporta a la inspiración en la arquitectura de Frank Lloyd Wright.
Segunda fase
El proyecto ha sido adaptado 24 años después e incluye una segunda fase que abarca todo el interior de la iglesia con una inversión de unos 700.000 euros. La finalización de esta parroquia, de mayor capacidad que la céntrica de Santo Tomás, será clave para dar respuesta al incremento poblacional de Benicàssim, según Oliver.
También se pondrá en marcha un plan para ir creando comunidad a través de las redes, según explicó Santiago Lapeña.