ECONOMÍA Festivales
E. BELLIDO // BENICÀSSIM
Benicàssim va en el buen camino hacia descentralización del consumo de los fibers, aunque todavía queda por andar. Ésas son las principales conclusiones del sector de la hostelería del municipio, aglutinado mayoritariamente en la asociación Ehosbe, que realiza un balance económico algo más positivo que los últimos años gracias a la puesta en marcha de algunas medidas como la apertura de un nuevo cámping en la entrada norte del casco urbano, una mayor movilidad con autobuses o la celebración del prefestival.
El vicepresidente de Ehosbe, Vicente Pallarés, indicó a este diario que, a raíz de estas iniciativas, el consumo “ha crecido ligeramente en algunas zonas del municipio en las que había descendido considerablemente en las pasadas ediciones, como es la playa l’Almadrava, el Eurosol o, incluso, el propio pueblo”.
Respecto a la playa l’Amadrava, Pallarés, también gerente del popular Jota’s Vistamar, afirmó que la nueva acampada “ha influido mucho, llegando a incrementarse el consumo entre un 5 y un 8% respecto al año anterior. Esta vez, además de nuestro turismo nacional tradicional hemos tenido una mayor visita de los ingleses, constatándose en más trabajo”.
Mientras en Torre Sant Vicent el ambiente ha sido similar que otras ediciones, “siendo una de las localizaciones más fijas de los fibers para disfrutar de la playa”, según explicaron desde Ehosbe.
En el Eurosol el balance sí parece ser algo mejor con unos resultados más positivos por la celebración de algunos conciertos en un escenario ubicado en esta zona del litoral sur durante la fiesta prefestival que pretendía dinamizar el ambiente y distribuirlo mejor por toda la localidad.
Y por lo que respecta al casco urbano, hay sensaciones más dispares dependiendo del tipo de establecimientos, más o menos dirigidos al perfil del público británico. Y es que generalmente los fibers son un perfil de clientes más jóvenes que demandan principalmente alimentos como “pizzas, hamburguesas, bocadillos de bacon o patatas fritas, entre otros”, por lo que no todos los establecimientos son foco de su atención.
Además, no todos los bares o comercios locales se adaptan a sus intereses. Mientras algunos incorporan desayunos y menús especiales a sus cartas y traducidos al inglés, así como sus bebidas preferidas, otros optan por no hacer cambios ni adaptar sus cartas al gusto de los ingleses. Respecto a las bebidas, consumen en gran medida “agua, refrescos, cerveza y una sidra especial de fresa y lima que gusta mucho a las inglesas”.
Pallarés concluyó que este año ha sido “una etapa de transición, después del pasado año más flojo, y esperamos que el año que viene irá todavía mejor”. Por su parte, desde el consistorio se mostraron satisfechos con los resultados obtenidos, a falta de los datos de balance oficiales, y destacaron también la “alta ocupación hotelera durante la semana del FIB, que rozaba el 100%, así como la apertura del nuevo cámping tan próximo al pueblo y la celebración del prefestival”, según fuentes municipales.