Las jaulas trampa que fueron instaladas en la zona sur de Benicàssim para poner freno a la proliferación de jabalíes en las zonas urbanas están funcionando. Estos artilugios colocados en zonas estratégicas de paso de estos animales han logrado capturar ya hasta ocho ejemplares, según los datos obtenidos por este periódico.
No obstante, también están siendo objetivo de actos vandálicos por parte de algunos detractores, que están boicoteando las jaulas, tumbándolas para evitar que cumplan su cometido de atrapar jabalíes. Esta ha sido la medida autorizada por parte de la Conselleria de Medio Ambiente al Ayuntamiento para tratar de reducir el número de estos animales por las zonas residenciales.
Las jaulas fueron colocadas el pasado mes de enero, tras la obtención de los correspondientes permisos por parte de la Generalitat. En este municipio, la proliferación de estos animales ha sido detectada en zonas como el Cuadro de Santiago y las urbanizaciones de montaña, de forma más notable, aunque también se han dejado ver por todo el municipio, incluso por el centro urbano, las playas, las proximidades de centros escolares y terrazas de restaurantes, lo que disparó la preocupación de los ciudadanos.
La proliferación de estos animales se ha convertido en un problema de seguridad ciudadana, no solo en este municipio si no en muchos otros de la provincia.
Preocupación vecinal
Los vecinos de las viviendas residenciales próximas al Cuadro de Santiago advirtieron del «miedo generalizado» por la alta presencia de estos animales, algunos de gran tamaño, en zonas como la calle Illes Columbretes. «Destrozan los parques, hay enfrentamientos con los perros, están produciendo accidentes y solo podemos llamar a la policía», denunciaron.
En las urbanizaciones de La Parreta, Montornés y Las Palmas señalaron que la «sobrepoblación de jabalíes es espectacular». «Todos los días, sobre todo por las noches, tenemos que sufrir los ruidos de esos animales al lado de nuestras casas, los vemos volcando los contenedores de basura y haciendo agujeros en el suelo», lamentaron los residentes.
«Ya no podemos salir a pasear por la noche por miedo a encontrarlos. Bajan por los barrancos y atraviesan la autopista como Pedro por su casa. No tardarán en llegar los muertos», declararon preocupados por los accidentes de tráfico que se pueden producir.