E. BELLIDO // BENICÀSSIM
La cultura rastafari envuelve el Rototom y se respira por todos sus rincones. Y el look o cabello de los rastas no es solo una mera cuestión estética, sino de defender su identidad y creencias. Es común ver estas dreadlocks (como tubos de pelo enredado) que llegan, en muchos casos, hasta casi pisar el suelo, pues la religión rastafari proscribe el peinarse o cortarse el pelo citando la prescripción bíblica de «No harán calvicie sobre su cabeza». El término fue popularizado a nivel internacional por la canción de Bob Marley en 1975 Natty Dread (natty, en este caso, significa ‘nudosos’), siendo las dreadlocks uno de los componentes culturales más característicos de los Rastafari.
Los seguidores de Haile Selassie I, al que considera el movimiento Rastafari como la tercera reencarnación de Jah, abreviación de Yahvéh, después de Melquisedec y Jesús, también asocian los ‘rastas’ con la directa y bíblica simbología del León de Juda y sus cabellos simbolizan la melena del león. La cultura Rastafari surgió en el Caribe, germinada entre los años 20 y 30 en una Jamaica azotada por la depresión económica y el estancamiento social, y es una de las más notorias y de mayor expansión social en el planeta.
Aunque más tarde, en los años ochenta, un número significativo de los negros no-Rastafarianos comenzaron a usar las rastas como moda, y cerca de los años noventa la tendencia de las rastas se expandió alrededor del mundo.
Su nombre proviene del idioma Amárico de Etiopía ‘Ras’, prefijo utilizado para nombrar a los príncipes del Imperio etíope y, ‘Tafari’, nombre del emperador Haile Selassie hasta antes de su coronación, quien además, es considerado por los Rastafari como el redentor de la africania en diáspora o el prometido y esperado Dios bíblico.
Para proteger este peinado, es habitual ver a muchos de los rastafaris que lo llevan por el Rototom, o también quienes lo portan puramente a nivel estético por moda, con una especie de boinas, denominadas ‘tam’.
Su vestimenta también consta de ropas cómodas hechas con fibras vegetales, con los colores de la madre tierra, pantalones anchos y camisetas holgadas. Toda su vestimenta muestra los colores de la Tierra Madre de Etiopía (verde, amarillo y rojo) a los que adjudican un gran valor simbólico. El verde representa el color de la naturaleza que es cuidada y respetada por el Rasta. El amarillo representa la riqueza de su tierra. El color rojo representa también la sangre derramada por los mártires negros que han luchado por la ideología Rastafari. Y el negro, si bien no forma parte de la bandera de Etiopía, se utiliza para representar el color del pueblo africano.