EVA BELLIDO // BENICÀSSIM
De la guerra y un campo de refugiados de Kalia, en la vecina Guinea, a ser un icono musical internacional actuando por todo el mundo. Así se resume la vida de Reuben Koroma, cantante y percusionista de la banda Sierra Leone’s Refugee All Star, que actuó el martes por la noche en el Main Stage del Rototom Sunsplash. El grupo cumplía con su concierto de este año en el festival reggae un “sueño” por poder traer al certamen “un puñado de canciones sobre paz”, especialmente en esta 22ª edición cuyo lema es Peace Revolution. “Es un sueño estar aquí y poder transmitir este mensaje, pues uno de mis sueños es la paz en todo el mundo”, relataba a este periódico.
Y es que para la banda la vida no ha sido fácil. Un documental titulado con su nombre contó al mundo su conmovedora historia en 2005: para escapar de la guerra civil que asoló su país, Reuben Koroma, su esposa Grace y otros músicos de los Refugee All Stars tuvieron que refugiarse en este campo de refugiados, donde afloró su música para combatir la desesperación de los que también se encontraban en esta dramática situación. Formaron una banda con la donación de algunos instrumentos y la clave de su éxito se debe, aparte de su talento, a su proyecto a favor de causas humanitarias.
A Reuben, lamentablemente, la guerra le pasó factura. “Mataron a mi padre y perdimos todas las propiedades y bienes de la familia”. Durante estos conflictos, “tu presente es incierto, no sabes si mañana vas a vivir o si van a matar a cualquiera de tu familia, tus hijos… o violar a tu hermana”, explicaba durante una entrevista con este periódico.
También fue detenido y juzgado “por llevar rastas largas”, narró. “Me torturaron durante una hora por este motivo”. Y es que, según aclaró “muchos de los rebeldes llevaban rastas y se pensaron que era un rebelde y me juzgaron por esto”, indicando que se trata de un hecho excepcional durante la guerra y que esto no sucede en la actualidad.
Su experiencia en el campo de refugiados durante ocho años también es dura. “Es un sitio confuso, no tienes ninguna de tus cosas de la vida normal, ni tu cama ni nada. Y si lo tienes te lo van a robar. Tampoco puedes salir de ahí. Y a veces venía gente de Guinea, que no estaban contentos con nuestra presencia, y nos agredían”. “También nos pedían trabajar y luego no nos pagaban”, contaba.
Ahora, todo aquello quedó atrás. Disfrutan de su música y de transmitir su mensaje por todo el mundo. Tras el éxito del documental, pudieron regresar a su país ya pacificado y grabaron su debut Living Like a Refugee, al que han seguido otros tres discos. El núcleo de su sonido es un ritmo del África occidental llamado baskeda que se asemeja al sonido del reggae de los discos de Studio One de artistas como Burning Spear o Heptones aunque, obviamente, con un toque africano.