E. B. // Benicàssim
Benicàssim repartió el viernes alrededor de 1.200 raciones de una de las comidas monumentales previstas para estas fiestas de Sant Antoni, olleta de la Plana.
Los asistentes se sentaron después con sus platos a comer en el pabellón del polideportivo municipal, en un multitudinario evento al que tampoco faltaron la alcaldesa, Susana Marqués, y el concejal de Fiestas, Arturo Martí, entre otros ediles de la corporación.
«Ha habido mucha participación, como suele ser en estos actos, e, incluso, algunos han repetido», manifestó la munícipe.
Los más pequeños disfrutaron por la mañana de un parque infantil en la calle Mosén Elies y por la tarde se volcaron en el desfile de disfraces, que arrancó con tabaleters y contó con la participación «de cerca de 350 niños, con sus progenitores o abuelos», indicó Martí.
Después, merendaron una porción del bocadillo gigante de crema de cacao que preparó el Ayuntamiento para unos 400 y se divirtieron con la actuación de un grupo de payasos.
Por la noche fue el turno de los jóvenes, que pudieron disfrutar bailando con el repertorio de canciones de la reconocida orquesta Supermagic, una de sus preferidas. También se disfrazaron y realizaron un pasacalle, desde la iglesia hasta el pabellón, que contó con una gran participación este año.