Hace apenas 48 horas que el PP de Benicàssim, en el último pleno, ha eliminado con carácter definitivo la colaboración que mantenía este Ayuntamiento con el Fons Valencià per la Solidaritat, organismo conformado por decenas de municipios valencianos.
Esta entidad tiene como finalidad aglutinar las pequeñas cantidades que destinan los diferentes municipios para, de un modo democrático y mediante el consenso, poder llevar a cabo actividades relacionadas con la cooperación, la solidaridad, y el desarrollo, bien en nuestros territorios o en países empobrecidos.
Este organismo, sin ánimo de lucro, ha llevado a cabo –entre otros– proyectos solidarios en: Ecuador, El Salvador, Bolivia, Kenia, Etiopía, Sahara o Sierra Leona, en muchos de ellos, dirigidos a niños/as y a mujeres, en especial para reducir la mortalidad infantil, ayudar a la subsistencia, o fomentar la educación.
Todas estas actividades se han podido realizar y supervisar gracias a las pequeñas cantidades económicas que se han aportado, en el caso de Benicàssim, aproximadamente unos 3.000 euros anuales. Para que el lector/a tenga una pequeña referencia, el presupuesto total del Ayuntamiento es de unos 26 millones de euros. Por dar otro dato, lo que el pueblo de Benicàssim aportaba a estas actividades de cooperación y solidaridad es inferior a lo que el equipo de gobierno se ha gastado recientemente en un viaje a Evian (Francia).
El único argumento que han esgrimido, los de la mayoría absoluta, ha sido algo así como: “Primero hay que ayudar a los de aquí”. Esta frase, que en principio pudiera parecer entendible, conlleva una carga populista, demagógica y peligrosa. Entre otros motivos, por los siguientes:
De todos es sabido cómo algunos responsables del PP valenciano han ‘manejado’ las ayudas a la cooperación y a las ONG’s, prueba de ello, la presencia del exconseller Blasco en los tribunales de justicia. No dedicaremos, por falta de espacio, a profundizar en el tema Urdangarín. Pero todo apunta a que en estas cuestiones el PP no es de fiar.
Los del PP no deberían basar sus políticas sociales en un modelo de beneficencia, todos los ciudadanos tienen unos derechos básicos y el Ayuntamiento debe colaborar en generar las condiciones necesarias para garantizar, entre otros, el trabajo y la vivienda. Y máxime si hablamos de un partido (PP) que gobierna con mayoría absoluta: El Estado, la Autonomía, la Diputación, y este Ayuntamiento.
Resulta un insulto a la inteligencia y de una contradicción como la copa de un pino que PP-ARB eliminen una pequeña cantidad para la cooperación, cuando gastan en cuestiones superfluas: Viajes, asesores, dobles sueldos públicos… Y para más inri, en el mismo pleno, anuncian un nuevo viaje grupal a Alemania, previsto para octubre.
El justificar lo injustificable con el argumento de primero “los de aquí” lleva implícita una perversión doble: Primero, porque no es cierto que se esté ayudando a los de aquí, en los términos de garantizar la dignidad y los derechos básicos de las personas; y en segundo lugar, porque la frase “primero los de aquí” pudiera degenerar los principios éticos, legales, y democráticos: ¿Qué se entiende por los de aquí? ¿Los empadronados, los del pueblo, los nacidos en el municipio, los de una zona en concreto, algunas familias, los del partido?
El PP con su mayoría absoluta, sin preguntar a la ciudadanía, ha convertido institucionalmente a nuestro municipio en ‘insolidario’, en contra de la voluntad mayoritaria de la población, que demuestra día a día su solidaridad, independientemente de si son de ‘aquí o de allá’, porque la dignidad y los derechos fundamentales no deben conocer límites ni fronteras.
Totalmente de acuerdo. Ese discurso es una manera de hablar tramposa que el pp utiliza, tanto aquí como en el resto de España para que cale en la sociedad y desvíe el discurso a su favor. Siempre subestimando a la gente y tomándonos como imbéciles que tragamos con todo.