Eva Bellido // Benicàssim
Un pleno del Ayuntamiento de Benicàssim el lunes abordará la modificación de la ordenanza fiscal reguladora del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) para reducir el tipo de gravamen en el 2020.
De este modo, pasaría del 0,560 actual al 0,555, siendo de los más bajos de la provincia. En el 2011 se situaba en el 0,57.
Una vez entre en vigor la medida, el consistorio dejará de ingresar alrededor de 350.000 € en concepto de IBI el próximo año. De ellos, unos 133.000 serán por la rebaja del este tributo, mientras que 210.000 obedecen al final del peaje en la AP-7.
El pleno en el que abordarán estos cambios será extraordinario. Para que entren en vigor el 1 de enero del 2020 tienen que estar publicados en diarios oficiales antes del 31 de octubre.
En este 2019 los ingresos por las contribuciones ya han disminuido en 530.000 euros, al aplicar un coeficiente reductor del 0,97%, que revierte no solo en pagar menos por este tributo sino también en la reducción en el IRPF.
Deuda a cero
Desde la administración local señalan que en la actualidad gozan de una economía saneada tras haber logrado dejar la deuda con los bancos a cero.
Los 3,6 millones de euros del último crédito –que solicitaron para la adquisición definitiva de los terrenos del recinto de conciertos de festivales– se amortizaron con un pago único con cargo a los remanentes de tesorería.
El consistorio dispone a día de hoy de un colchón que ronda los siete millones para nuevas inversiones, y que se sumará al capital del presupuesto para el nuevo ejercicio.
Entre las prioridades se encuentra la prolongación del vial CV-149, la construcción de un edificio polifuncional, la creación de una sede de la Policía Local, y la puesta en marcha de Villa Elisa y del centro especial de atención al mayor (CEAM).