Eva Bellido // Benicàssim
Los urbanizadores del Pontazgo han dado ya los primeros pasos para desarollar este exclusivo sector, situado junto a la playa del Voramar de Benicàssim.
La empresa ha presentado el proyecto en el Ayuntamiento, que está a la espera de obtener el visto bueno de los técnicos municipales, según explicó el concejal de Urbanismo, Carlos Díaz.
Ya hace un año, una firma presentó solicitud para iniciar el desarrollo de este suelo del litoral norte de la localidad costera, que incluye zonas de edificación hotelera, apartamentos y chalets.
Finalmente «esta fue absorbida por otra, un fondo de inversión que compró todo el suelo, por tanto se subrogaron las condiciones y es el que ahora tiene la condición de agente urbanizador», según aclaró Díaz.
Una vez aprobado el proyecto, el siguiente paso será la formalización de los convenios, con los costes de urbanización de los propietarios y las condiciones jurídico-económicas del desarrollo.
Y deberá contar con el informe favorable de todas las administraciones, pues el PAI incluye la canalización hasta el mar de dos barrancos, el de Cantallops y Santa Águeda; y el alcantarillado hasta la depuradora, que también repercute en los futuros desarrollos urbanísticos de los sectores 1, 2 y 3, entre otras cuestiones.
Unos trámites administrativos que podrían alargarse entre 1 y 2 años aproximadamente hasta que se apruebe todo definitivamente y puedan arrancar las obras.
Si el proyecto va hacia adelante, «la primera parcela contempla un hotel y detrás apartamentos y villas, urbanizando toda la falda de la montaña, convirtiéndola en un parque visitable con miradores», indicó el edil.
Una inversión multimillonaria en una de las zonas más caras y exclusivas de Benicàssim.
Unidades de ejecución
La actuación contempla tres unidades de ejecución de obligado desarrollo, junto a su PAI, el Gurugú (las villas que hay junto al actual cámping, que no tienen todos los servicios desarrollados y que también alberga alguna parcela hotelera); y el del Termalismo (donde estaba el antiguo centro termal que fue derribado, toda la falda de la montaña y la calle que sube).
Estos sectores se encuentran en una ubicación privilegiada, junto a la playa del Voramar, con buenas vistas de la costa y a unos 20 minutos caminando del casco urbano de Benicàssim.
Con todo, el desarrollo de esta parte norte de la localidad podría comenzar en los próximos años.