CULTURA Festivales de Música
El Festival Internacional de Benicàssim celebrará su vigésimo aniversario del 17 al 20 de julio del verano que viene. Así lo confirmó ayer la organización que este nuevo curso también dirigirá Vince Power. El empresario irlandés se mostró “muy contento” por la continuidad del macroevento benicense y anuncia una edición “muy especial” por llegar a las dos décadas de vida: “Va a ser una gran fiesta que estamos empezando a planificar ahora”.
El director de Maraworld, compañía encargada de planificar el FIB, quiso hacer el primero de los guiños de un año muy importante para el festival y ofrece un número muy limitado de abonos a 70 euros, el precio de salida más económico de los último años (antes rondaba los 100 euros).
De momento, el anuncio de las fechas es un alivio para los más escépticos por las dificultades habidas en la pasada edición debido a la incertidumbre que provocó el retraso en el montaje del recinto de conciertos por el retraso en los pagos a los proveedores, después de entrar la empresa organizadora hace ya casi un año en concurso de acreedores.
Pese a los problemas de hace ahora un mes, el FIB y su cabeza más visible, Vince Power, siempre apostaron por la continuidad del festival en Benicàssim, aún más cuando dos promotores de espectáculos europeos, Simon Moran y Denis Desmond, compraron el 65% de las acciones de Maraworld por un millón de euros. El propio Power dijo en la rueda de prensa de balance del FIB 2013 que Moran y Desmond garantizan la “continuidad infinita” de la cita musical veraniega benicense.
SEGUNDA QUINCENA // El FIB se celebrará en Benicàssim del 17 al 20 de julio, aunque la zona de acampada estará disponible del 14 al 21 del mismo mes, por lo que los fibers, sobre todo los ingleses, pasaran ocho jornadas en la Costa de Azahar durante la segunda quincena de julio.
En vista de las fechas elegidas, Maraworld no atiende a la petición de los hosteleros benicenses, quienes demandaron a la alcaldesa, Susana Marqués, que el festival se hiciera durante la primera quincena de mes, para no alejar el turismo familiar de la localidad, que llega tradicionalmente durante las últimas semanas de los meses de julio y agosto.