Artículo de opinión
Grupo Municipal Socialista // Benicàssim
Llevamos tiempo esperando una solución para la actividad cultural local. Cuando preguntamos tenemos la callada por respuesta. El concejal responsable nos miente diciendo que los técnicos de la casa tienen exceso de trabajo.
Mientras, él y la alcaldesa, de la mano (quién los ha visto y quién los ve) desmantelan la programación de teatro y cine para ceder espacios culturales a los amiguetes, cuando no se niegan a firmar contratos por aparecer escritos en valenciano.
Menos mal que el señor Javier Alonso se proclama tolerante. Lo debe ser tanto como su jefe de filas, el señor Cantó, cuando vilipendia las lenguas que no son la suya propia.
Ante estos hechos, conocidos por informaciones contrastadas en las instancias oportunas, el PSPV-PSOE de Benicàssim no puede hacer otra cosa que reclamar que vuelva la normalidad a nuestro pueblo, que se abra el teatro con una limitación de aforo pertinente para el control sanitario, que se devuelvan las funciones propias a los técnicos encargados de la cultura y que se termine con la usurpación, el intervencionismo político y la manipulación de este equipo de gobierno.
La mala fe, la mentira, la incultura, no caben en la política local. El señor concejal de cultura, llevado por su necesidad de subsistir en la política, se ha plegado a las órdenes de la alcaldesa, que deriva a sus afines (otrora en la Diputación de Castellón) la actividad cultural.
Concebir la cultura como un negocio, manosear y tiznar con intereses mezquinos lo que durante años ha sido la referencia de este pueblo (nuestro teatro) es la muestra fehaciente de donde nos lleva esta pareja de intereses políticos que, de cultura, nunca supieron ni entendieron.