Eva Bellido // Benicàssim
El Ayuntamiento de Benicàssim ya tiene sobre la mesa el proyecto para la próxima ampliación del cementerio, que dará respuesta a la falta de nichos para un periodo de alrededor de 10 años.
Para ello, el consistorio deberá destinar una inversión valorada en 450.000 euros, que se emplearán para la construcción de 244 nuevos nichos y 104 columbarios, según explica el concejal responsable del área de Urbanismo, Carlos Díaz.
«De los 80 nichos que hicimos ya se han gastado casi la mitad y hace falta que pongamos más. Por lo que vamos a hacer esta inversión importante, con esta obra grande que pasará a completar toda la parte baja del camposanto, que es la que queda entre lo nuevo que hicimos», señala el edil.
Rampa de subida a los bancales
Además, se realizará una rampa de subida a los bancales de arriba que será la futura siguiente zona donde se ampliará el cementerio, por la parte sur, la más próxima al tanatorio. La actuación incluirá una zona de aseos, un osario y almacén.
El proyecto ya ha sido aprobado en comisiones, pero está pendiente de elevarse a un pleno, a falta de recibir un informe de Carreteras, por la proximidad del camposanto a la N-340.
El objetivo es poder iniciar la intervención este mismo 2022 a ser posible para que esté finalizada en el año 2023.
El cementerio todavía dispone de alrededor de una treintena de nichos de los antiguos y unos 40 de los últimos que se construyeron, lo que daría respuesta a un periodo de uno o dos años, según la media de fallecimientos en los anteriores ejercicios con una ocupación de entre 30 y 40 nichos al año, según indica Díaz.
Tanatorio
En una parcela anexa al cementerio municipal se encuentra el nuevo edificio del tanatorio, cuya apertura y puesta en funcionamiento está todavía pendiente.
La gestión del servicio fue adjudicada el pasado mes de julio a Funeraria La Magdalena S.L.U., que será la encargada durante los próximos 15 años con un canon anual de 9.600 euros.
Y es que pese a que la construcción del edificio, que se llevó a cabo con el llamado plan Zapatero, terminó en el 2012, varias cuestiones han alargado su puesta en marcha, como fue conseguir la autorización del Ministerio de Fomento por la proximidad a la N-340 y las obras de urbanización.