CULTURA Cine
MARILÓ BENALOY // BENICÀSSIM
En esta historia el protagonista es un caballo negro, pequeño, nervioso, pero con mucha fuerza y energía. Quizá la que le falta al jinete y protagonista de la historia que tiene todo para ser feliz y aun así, no sabe disfrutar de su afortunada vida y de la suerte que ha tenido. Tiene unos padres perfectos, conoce a la chica de sus sueños, estudia lo que le apetece, tiene un caballo de su propiedad que es un fuera de serie, su mujer se queda embarazada, pero él es tan orgulloso que prefiere deprimirse con los pequeños detalles errores que comete o las frustraciones que le surgen en su vida diaria.
Se trata de una historia real sobre un fantástico caballo, que ocurrió en Francia en los años ochenta y que llegó a participar en las Olimpiadas de Los Ángeles y Seúl en el salto de obstáculos ganando grandes premios. La película es preciosa visualmente, la música es conmovedora y te mete de lleno en la historia. Los personajes que acompañan al caballo son un conjunto de conocidos actores, sobre todo en Francia. El padre es Daniel Auteuil famoso por “Conversaciones con mi jardinero” y “Cache”, entre muchas otras. El hijo es Guillaume Canet que tiene ahora en cartel “En solitario” y con papeles menores podemos ver a Tcheky Karyo (El patriota) y hasta a Donald Sutherland (que yo digo que es su padre porque se parecen muchísimo).
Pero después del portentoso caballo, la protagonista absoluta es la pequeña Lou de Laage que tiene un importante papel como cuidadora de Jappeloup, pero que además se come la pantalla con su cara de niña dulce e impulsiva que tiene verdadera pasión por el caballo. Podríamos hablar de la Scarlett Johansson francesa o de su propia hija, porque el parecido es asombroso.
Para disfrutar de la película hay que prestar atención también a los escenarios ya que, aunque la producción es íntegramente francesa, se ha rodado en su totalidad en Mallorca y en Sevilla. Y hasta aquí puedo leer, si queréis saber si gana la medalla de oro o no tendréis que verla.