URBANISMO Obras
El Ayuntamiento de Benicàssim instará a que las obras de la desaladora comiencen ya tras el verano
EVA BELLIDO // BENICÀSSIM
El Ayuntamiento de Benicàssim instará ya a que las obras de canalización de la desaladora de Orpesa a Benicàssim no empiecen hasta después de verano y, en concreto, hasta pasar las fiestas de septiembre. El consistorio deberá definir un nuevo calendario de ejecución tras la entrada en preconcurso de acreedores de la empresa constructora, que atraviesa problemas económicos, tal y como reconocieron ayer fuentes de la propia compañía a este periódico.
La firma tiene ahora un plazo de “tres meses para realizar todos los trámites necesarios” e intentará salvar su crítica situación empresarial y no tocar fondo. Por todo ello, el proceso de las obras se demora y todavía se retrasará más. Y aunque la empresa lograra solventar sus dificultades en apenas unos meses, las fechas ya coincidirían con las vacaciones de Semana Santa, el buen tiempo y el verano. Por lo que ya sería inadmisible. Ya no solo por los perjuicios turísticos sino también por el plano legal.
Y es que, según recordó la concejala de Urbanismo, Carolina San Miguel, ayer a este diario la ordenanza municipal determina que no se pueden otorgar y autorizar “licencias de obras que afecten a la vía pública en temporada alta, salvo que se trate de una actuación de urgencia y extraordinaria”.
Además, también afirmó que no se va a dejar “sin viabilidad la Vía Verde los meses de verano, ni vamos a permitir que se ejecuten durante la celebración de las fiestas de Santo Tomás, pues las franjas tienen que atravesar también el Bulevar, donde se asienta el recinto ferial”.
Así, el consistorio tratará de consensuar “unos nuevos plazos de trabajos, que comenzarían después de verano y las fiestas de septiembre”, indicó San Miguel. Quien consideró que no habrá “ningún problema para acordar las fechas en los diferentes tramos, puesto que desde el minuto cero y en todas las reuniones ha habido una gran predisposición por parte de Aquamed en adaptarse a las necesidades y preferencias del municipio”. Y es que aunque la obra es competencia del Ministerio, el Ayuntamiento es el que otorga las licencias y el que vela porque la actuación transcurra de la forma “menos perjudicial posible para la localidad, intentando que no coincida con estas fechas”, según señaló la alcaldesa, Susana Marqués, por su parte.
De momento, mientras no se concluyan estas obras de canalización también se retrasa el pago de la amortización de la desaladora, por la que el Ayuntamiento de Benicàssim deberá pagar un millón de euros durante 25 años.