CULTURA Festivales
E. BELLIDO // BENICÀSSIM
Los festivales atraerán a alrededor de 100.000 personas esta temporada a Benicàssim. Una cifra nada pequeña que avala el prestigio del municipio costero con su marca patentada de Ciudad de Festivales y en la organización de grandes eventos musicales. Y también internacionales. Los más exitosos, el FIB –que mueve a cerca de 30.000 personas al día– y el Rototom, que toma ventaja y lidera el ránking con una media de 35.000 o 37.000 personas al día, tras haber incrementado su público estos últimos años, y con picos de “incluso 42.000 personas en fin de semana”, según destacó la alcaldesa, Susana Marqués. “Vienen movidos por la música, pero conocen nuestro municipio y tenemos la posibilidad de que después vuelvan por otros atractivos a pasar sus vacaciones con sus familias y sus propios hijos”, remarcó. “Porque tenemos festivales para todos los públicos”, añadió.
Otros festivales incorporados estos últimos años, como es el de Blues, que cumplirá del 3 al 5 de junio su V edición, logró reunir en su pasada edición a 15.000 personas aproximadamente; y el de Flamenco se estrenó en 2015 con un balance cercano a las 8.000, este año repetirá edición en abril. El Festival Lírico de Ópera, que ha trasladado sus fechas a agosto, suele contar con la asistencia de alrededor de 2.500 personas durante los días del evento, a pesar de ser un género más minoritario. “Intentamos que no solo sea una gala lírica de una noche, sino que abarque e incluya actividades para los más pequeños, como introducción a la ópera para disfrutar en familia”, apuntó la munícipe. En el caso del Formigues Festival, dirigido directamente al público familiar, cerró su III edición con un balance también de unas 2.500 personas.
Además, Benicàssim es escenario del que probablemente es el festival de guitarra clásica más reconocido y antiguo del mundo, el Certamen Internacional Francisco Tárrega, que este año celebra su 50 aniversario y que mueve a cerca de un millar de personas en septiembre, entre músicos y asistentes. Y citas de un solo día, como el Festival de Havaneras o el de Bailes de Salón, en verano, atraen a 6.000 y 4.000 personas respectivamente. El calendario cada vez es más apretado, con otros que se suman como el Benicàssim Electronic Festival. Además, otros eventos como Belle Époque (25.000 personas) o el festival de magia Imagina Benicàssim (unas 5.000), también contribuyen a la dinamización, así como las competiciones deportivas.
Pero la asignatura pendiente sigue siendo la adquisición de terrenos para consolidar un recinto e infraestructuras fijas que permitan albergar eventos todo el año. Para la utilización del actual recinto, el consistorio y los festivales pagan unos alquileres anuales, desde hace cerca de 20 años. “Esta cantidad se logró reducir en cerca de 100.000 euros”, recordó Marqués, “al unificar y alargar los alquileres con un acuerdo que todavía está en vigor”. Y es que hasta el momento todas las conversaciones y trámites para la adquisición de terrenos “no han resultado ser exitosos”. “También estuvimos trabajando con la Generalitat un plan estratégico, que al final tampoco fue viable”, señaló Marqués.