SOCIEDAD Medio Ambiente
E. BELLIDO // BENICÀSSIM
Benicàssim sigue a la espera, después de 10 meses, de conocer la delimitación exacta definitiva de la zona húmeda protegida del Cuadro de Santiago, que está definiendo la Generalitat para su inclusión en el Catálogo de la Comunitat Valenciana.
El último pleno aprobó, en este sentido, una moción de ARB (Asociación de Residentes de Benicàssim), con los votos a favor de todos los partidos y abstención de Compromís, para exigir a la Conselleria de Medio Ambiente que resuelva las alegaciones presentadas a la delimitación y se determine su ámbito de protección.
Y es que, según defendió el portavoz de ARB, Carlos Díaz, desde que la Generalitat sometiera su propuesta a exposición y participación pública “el pasado 2 de diciembre del 2015, abriendo así el plazo de un mes de presentación de alegaciones, que se prorrogó un mes más, no ha habido ninguna manifestación y el plazo está excedido”. El edil indicó que hay “un periodo de seis meses para terminar el expediente y todavía no nos han informado sobre la resolución de las alegaciones, que presentaron tanto el Ayuntamiento como grupos ecologistas, entre otros, y cómo queda el perímetro exacto del humedal”.
“Simplemente han enviado un plano con unas manchas aproximadas pero no una limitación total”, según añadieron desde el consistorio. “Necesitamos que se dé una respuesta urgente e inmediata por parte de la Conselleria para avanzar”, afirmaron.
La parcela dibujada por la Generalitat “no solo afecta a la zona que se estableció a través de la sentencia del 2012 del Tribunal Supremo que revertía un parque público del PAI Benicàssim Golf a zona húmeda de especial protección, sino que la amplía en determinados espacios”, según señaló Díaz. “Uno de ellos es el sector 3 de Benicàssim Golf, con la carretera de la Ralla y la zona de reserva de infraestructuras para ampliar esa carretera y el carril bici próximo, también incluye una pequeña cuña en los sectores 5 y 6 en la parte sur y una zona del sector 2 de Benicàssim Golf”, especificó el concejal de los Residentes de Benicàssim.
Díaz reconoce que la zona húmeda “existe, pero se ha desecado utilizándose todos estos años para fines agrícolas”. “También se han construido casas”, incide. A lo que explica que esta situación “podría ser reversible en algunas zonas y conservar el humedal, pero en otras por desgracia es irreversible, porque supondría que unas 800 viviendas pudieran llegar a desaparecer”.
Las alegaciones del Ayuntamiento pasan porque “había sectores aprobados urbanísticamente y que están afectados por esta nueva delimitación, en su momento se aprobaron unas declaraciones de impacto ambiental por parte de esta misma Conselleria favorables hacia esas modificaciones. Y supone unos cambios en los proyectos, que habrá que adaptar como ya se hizo después de la sentencia del Supremo”.
La alcaldesa, Susana Marqués, también lamentó que el Ayuntamiento “sigue sin recibir contestación tampoco sobre la compatibilidad con el proyecto de encauzamiento del Barranco de la Parreta, ni sobre la posibilidad de reparar las tuberías de drenaje averiadas”. La canalización del barranco es imprescindible para desarrollar el sector 3 de Benicàssim Golf y los sectores 5 y 6, así como para dar solución a los problemas de inundación de la zona.
Por último, Díaz también recordó que ahora hay “una nueva modificación de ley de septiembre del 2016 que señala que para que una zona se proteja especialmente como humedal no tiene que estar incluida dentro del catálogo obligatoriamente”.