Hola a todos, es mi primera colaboración con todobenicasim.com y, por ello y antes que nada, quería agradecer en nombre de los hosteleros de Benicàssim el espacio que se me brinda para trasladar nuestras inquietudes, propuestas y opiniones en un medio que considero una buena idea para dar a conocer la actualidad de Benicàssim desde una nueva manera de entender el periodismo, a mi manera de ver, mucho más fresca y abierta gracias a espacios como éste desde el que hoy me dirijo a todos vosotros, abiertos a la opinión de las distintos puntos de vista que pueden darse en la localidad.
Una vez dicho esto, me atrevo a comentar hoy en este escrito un tema que preocupa y afecta en un sector que entiendo estratégico en el entramado económico del municipio.
La hostelería es, a día de hoy, un sector muy vivo en Benicàssim, se le dedica inversión por parte de los empresarios, atención desde los medios e importancia desde la sociedad. Se está convirtiendo, y siempre lo ha sido, en un motor de empleo que, seamos claros, con el entorno actual es, desde dentro del sector servicios, una realidad esencial de puestos de trabajo y creación de riqueza. Por ello, reclama, y pienso que lo merece, una atención especial que requiere de entendimiento, interés y sobre todo protección.
Vamos a lo que importa, la realidad, que es la anteriormente descrita, se ha venido disfrazando con un traje que no estamos dispuestos a llevar con agrado. Me explico, en vez de generadores de empleo, se nos retrata como generadores de problemas; en lugar de ofertar servicios, se nos trata como medio delincuentes o no cumplidores de la legalidad vigente, cuando en un 99% de los casos somos excelentes cumplidores con mucho esfuerzo económico de toda una inmensa normativa legal, con medidas de toda índole y que aún cumpliéndolas –porque sino no podríamos abrir nuestras puertas– seguimos sin cumplir a ojos de la sociedad.
La importancia a nivel generador de empleo del sector no es sólo directa, que lo es, también es indirecta a través de todos los proveedores de bienes y servicios que se hacen necesarios para el funcionamiento de la actividad. Pregunten a ingenieros, fontaneros, electricistas, frigoristas, proveedores de alimentación, agencias de seguros, gestorías, carpinteros… podría extender esta lista todo lo que quisiera…
Seamos responsables los que nos dedicamos a esta actividad, pero también todos los demás concediéndole la importancia que tiene. Necesitamos que se tome conciencia de su importancia a nivel social. Se hace necesario generar unas bases de concienciación social dónde se explique, sin complejo ninguno, la necesidad de dejar a este sector clave para la sociedad benicense desarrollarse.
Un saludo enorme y me despido recordando una frase de una conocida canción:
“Que nunca me cierren el bar de la esquina”.
Sabina dixit.