URBANISMO Desaladora Oropesa-Cabanes
EVA BELLIDO // BENICÀSSIM
Las obras de canalización para traer el agua de la desaladora de Orpesa-Cabanes a Benicàssim ya han comenzando. La ejecución de la conexión entre ambas localidades costeras –competencia del Ministerio– ha arrancado este lunes en el término de Orpesa y se centrará en un primer momento en los tramos que afectan a la Vía Verde del Mar, tan transitada por viandantes, corredores y ciclistas que la utilizan a diario para pasear o hacer deporte.
Por lo que este camino “permanecerá cortado al público y no se podrá utilizar durante el transcurso de las obras”, según informó ayer la concejala de Urbanismo, Carolina San Miguel. Los trabajos en este importante enclave –que pertenece mayoritariamente al término de Orpesa, pero que es utilizado de igual forma por habitantes y turistas de ambas poblaciones– tendrán un plazo de ejecución de “un máximo de dos meses”, tal y como le han trasladado al consistorio desde la Dirección Facultativa de la obra.
Y es que se actúa con la pretensión de “concluir la intervención antes del inicio de la Semana Santa”, cuando las dos localidades turísticas multiplican considerablemente su número de residentes y visitantes, según indicó también San Miguel. Quien añadió la importancia de que hoteles y cámpings del municipio conozcan estas circunstancias para informar bien a los turistas que tienen alojados en sus complejos y que tan asiduos suelen ser de la Vía Verde.
Pero, además, de forma paralela también se irán desarrollando estas tareas de alcantarillado y conexiones de agua en otros tramos de Benicàssim, puesto que el agua tiene que llegar también hasta el casco urbano, avenida Mohino y las urbanizaciones de montaña, por lo que se verá afectado prácticamente todo el municipio con esta actuación.
Los trabajos en este sentido ya se han iniciado, por ejemplo, en la calle Vilaroig, donde ya se tiró el puente existente y se llevaron a cabo las tareas pertinentes. Y van a continuar por otros puntos como la avenida Barcelona o el Bulevar del casco urbano, por donde también pasarán las canalizaciones.
Mientras los plazos de ejecución de los trabajos en estos otros puntos del municipio todavía no se conocen con exactitud, según explicó la responsable del área de Urbanismo en el Ayuntamiento de Benicàssim, “pero llevamos meses con reuniones y abordando este asunto puesto que son unas obras que afectan a gran parte de la localidad y que no queremos que coincidan con momentos importantes como la Pascua o la celebración de fiestas en el municipio”.
Del mismo modo, las molestias que sufrirán los vecinos durante este periodo serán considerables, teniendo en cuenta la magnitud de la actuación, pero “se está trabajando para que se agilicen al máximo y el tiempo transcurrido sea el mínimo posible”.
El Ayuntamiento de Benicàssim estará hipotecado durante 25 años para pagar las obras, el servicio y el mantenimiento
El Ayuntamiento de Benicàssim deberá pagar –en cuanto estén completamente finalizadas las obras de canalización de la desaladora y la depuradora esté perfectamente lista para dar servicio– un millón de euros durante un plazo de 25 años para amortizar las obras de su construcción, así como aparte la cantidad pertinente por la prestación del servicio y su mantenimiento, según recordó la concejala de Urbanismo, Carolina San Miguel.
“Tras la inclusión de Benicàssim con la firma hace años de Colomer en el convenio el Ayuntamiento el consistorio no tiene más remedio que afrontar ahora este gasto, aunque sea por un agua que ahora la localidad no necesita”, tal y como han lamentado en reiteradas ocasiones desde el equipo de gobierno.
El acuerdo que se adoptó entonces supone que el municipio dispondrá de 12.000 metros cúbicos diarios de agua desalada procedente de la producción de esta primera fase durante 25 años. La conducción, según se contemplaba en el proyecto, partirá de la instalación en sí y llegará al depósito de la Parreta de Benicàssim, con una tubería de una longitud prevista de 7.300 metros.
Se trataba de una inversión de futuro ante el desarrollo urbanístico y turístico de la población, con el objetivo de llegar a abastecer a los hoteles y miles de viviendas que se planeaban construir en el PAI Benicàssim Golf, que se encuentra en la actualidad completamente paralizado.