Eva Bellido // Benicàssim
Las obras de derribo del edificio del Termalismo de Benicàssim ya han empezado. Las máquinas han comenzado los trabajos este jueves por la mañana a primera hora para demoler la infraestructura que corona el skyline de Benicàssim por la costa.
La actuación tiene un plazo de ejecución de unos dos o tres meses, con el objetivo de que esté finalizada antes de Semana Santa, explicó el concejal de Urbanismo benicense, Carlos Díaz.
El camino de acceso ha sido cortado, en las proximidades del edificio, con el objetivo de garantizar la seguridad, tanto de los viandantes como de los vecinos que residen en la zona.
Lo que pasará después en la parcela es todavía una incógnita. El futuro del Termalismo, situada sobre lo alto de una colina con unas vistas privilegiadas de la costa de Benicàssim, se abordará tras el derribo de los dos edificios, debido al mal estado de parte de su estructura.
El futuro para este solar es un asunto que tratarán primero los propietarios entre ellos –familia Farnós, Carpi y Forner–, una vez se haya llevado a cabo el derrumbe.
Después, está previsto que se inicie una ronda de conversaciones con el equipo de gobierno y todas las fuerzas políticas en el consistorio con la finalidad de buscar una solución buena tanto para el municipio como para su desarrollo turístico, según ha podido saber este periódico.
El suelo está calificado desde el Plan General de Ordenación Urbana de 1992 como asistencial sanitario, cuando se modificó de residencial a este nuevo uso.