URBANISMO Obras Públicas
E. BELLIDO // BENICÀSSIM
El Ayuntamiento de Benicàssim procederá a la construcción de un nuevo bloque de enterramientos para ampliar la capacidad del cementerio municipal en 60 nichos más. El concejal de Obras Públicas, Clemente Martín, ha presentado ya el proyecto, cuyo documento técnico y dirección de obra fue ya aprobado y, “en breve”, saldrá a contratación administrativa para que las empresas interesadas puedan presentar ofertas y licitar el trabajo, según informaron desde el consistorio.
Según el plan previsto y si no hay alteraciones en la programación, las obras podrían comenzar este otoño, “a finales de este año”, según detallaron desde el Ayuntamiento.
En este caso, la actuación supondrá la edificación de un nuevo bloque que estará ubicado en la zona suroeste del camposanto, junto a los últimos nichos nuevos construidos. Allí se ha proyectado un edificio con cuatro plantas de nichos, como es habitual en el cementerio benicense. En total, serán 60 nuevas ubicaciones que tienen unas medidas dentro de lo estándar, de 90 centímetros de anchura, 75 centímetros de altura y 260 centímetros de profundidad.
Martín explicó que, tras la última ampliación en 2008 y teniendo en cuenta el uso de la bolsa de nichos vacíos construidos, “tenemos que proceder a una nueva ampliación para que siempre haya una disponibilidad suficiente para los enterramientos”.
En los últimos años, el índice de ocupación de los nichos municipales ha sido de una media de 25 enterramientos al año, con lo cual, entre los excedentes existentes y los nuevos nichos, la cobertura a las necesidades del municipio se prolongaría durante varios años, según aseguraron desde el consistorio.
Por otro lado, Benicàssim sigue a la espera de poder poner en funcionamiento el tanatorio, cuyo edificio fue construido hace unos cinco años en una parcela anexa al cementerio municipal y lo que evitaría el traslado de los vecinos hasta Castellón. El Ayuntamiento está pendiente del informe favorable de carreteras del Ministerio de Fomento para poder ejecutar los trabajos pendientes de urbanización del entorno y fundamentales para su puesta en marcha.
El consistorio tiene reservada una consignación de 161.000 euros para la urbanización y otra de unos 180.000 para el alumbrado en el presupuesto ordinario de este año.
De obtener el correspondiente permiso después del verano, el Ayuntamiento podría ejecutar las obras entre finales del 2016 y principios del 2017. Después, habría que sacar a licitación la gestión del servicio. Por lo que si todo va bien podría abrirse a finales del 2017 y principios del 2018.