La red de agua actual en la ciudad de Benicàssim fue diseñada hace más de cincuenta años para una población mucho menor, y se enfrenta a desafíos considerables para satisfacer la demanda actual y futura, y es que Benicàssim ha experimentado un crecimiento significativo en las últimas décadas y sus infraestructuras deben ir adaptándose en la medida de lo posible a las nuevas demandas.
«Nuestras preocupaciones ambientales y la necesidad de conservar los acuíferos serán abordadas en su integridad a través del nuevo contrato de concesión de aguas de Benicàssim”, ha destacado la alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués.
“La modernización de la red de agua es esencial, especialmente considerando que partes de ella superan su vida útil. Un estudio exhaustivo del Ayuntamiento ha identificado las inversiones necesarias para garantizar la calidad del suministro, incluso en la temporada estival y para la proyección de población de los próximos 25 años, contando así con una visión a medio largo plazo”, ha añadido la concejal responsable del Ciclo integral del Agua, Elena Llobell.
Por otro lado, recordar que el Ayuntamiento de Benicàssim gobernado por el tripartito suscribió un convenio con la empresa estatal de aguas AQUAMED para beneficiarse de la desaladora ubicada en el término municipal de Cabanes-Oropesa. Después de 15 años y varios convenios transitorios entre la entidad y el consistorio como afirma la alcaldesa, “todavía estamos pendientes de que el gobierno central manifieste su voluntad de asumir el coste de la infraestructura para que no la tengan que asumir los vecinos de Benicàssim”.