SOCIEDAD Fiestas
Benicàssim respira Sant Antoni con las primeras coquetas y la ‘locura’ por el Día de las Paellas 2016
E. BELLIDO // BENICÀSSIM
El ambiente por Sant Antoni ya se siente en las calles de Benicàssim. Por un lado, la coqueta. En el horno de la Panadería José María se está procediendo a la elaboración de las 22.000 coquetas encargadas por el Ayuntamiento y que distribuirá el municipio el próximo sábado, 16 de enero, durante uno de los actos más tradicionales de estas fiestas, que arrancan el viernes y que se celebran hasta el 24 de enero.
Los panaderos comenzaban este domingo la laboriosa confección de los dulces típicos en una jornada inaugural que contó con la colaboración de las reinas y damas de las fiestas, así como de la alcaldesa, Susana Marqués; y el concejal de Fiestas, Arturo Martí, que se pusieron manos a la masa. Los trabajos a contrarreloj continúan estos días en el interior de esta panadería, situada en la calle Bayer, que tomó el relevo de la tradición el pasado año.
Y, por otro, las Paellas. Esa fiesta de Interés Turístico Provincial que causa furor y que nadie se quiere perder. Si el esperado reparto oficial de los sitios para cocinar durante el multitudinario día en la calle comenzaba este lunes, a las 08.00 horas, reuniendo a cientos de personas, el sábado a medianoche ya aguardaban la cola los primeros. Lo que hizo que los cuatro edificios públicos habilitados para la distribución de los tíquets abrieran anticipadamente sus puertas para evitar que los vecinos pasaran la noche al aire libre en pleno invierno.
A partir de las 23.00 horas del sábado ya estaban los más previsores esperando en la entrada de estos espacios, situados en el Espai de la Música Mestre Vila, la Garrofera, el Casal Jove o el centro de formación Josep Barberà i Ceprià, según explicó Manolo Palazón, unos de los voluntarios de la Comisión de Paellas. Agrupación compuesta por unos 12 vecinos que colabora en la organización de esta popular jornada y que se está encargando estos últimos años de la elaboración de una lista, para reservar el orden de los que llegan, y de hacer turnos para custodiarla hasta el comienzo del reparto oficial de los sitios.
“Apechugamos unos pocos por el buen descanso de los vecinos del pueblo, así pueden descansar y no se quedan sin dormir por hacer la cola”, según señala Palazón, tal y como ocurría anteriormente. “La noche del sábado ya se apuntaron unas 50 personas a partir de las 23.00 horas, y a las 3 de la madrugada el listado alcanzaba los 108 inscritos”, en la zona que más personas y paellas suele congregar, en el centro neurálgico de la fiesta, en la calle Santo Tomás e inicio de la avenida Castellón.
Pero esta iniciativa no contenta a todos y también está recibiendo sus críticas. Hay vecinos que consideran “injusto” y que esta medida no deja “las mismas oportunidades para todos”, pues la mayoría desconoce cuándo se efectúa el inicio del reparto de estos números de la lista vecinal y consideran que no tienen el mismo privilegio para elegir sitio.