En el pasado pleno ordinario del mes de abril presentamos sendas mociones para su debate y acuerdo por la corporación municipal. Es habitual que, mes tras mes, presentemos mociones fundamentadas en necesidades o planteamientos que estimamos interesantes para el desarrollo y mejora de nuestro municipio.
Así pues, intentamos a través de estas mociones defender y salvaguardar los derechos y libertades de los vecinos en Benicàssim, y proponer acciones encaminadas a mejorar el Estado del Bienestar que tan perseguido y atacado está siendo en estos momentos.
Dos fueron las mociones presentadas en esta ocasión y sorprendentemente una de ellas fue aprobada por unanimidad del plenario. Digo sorprendentemente porque es la primera vez en dos años que llevamos de legislatura en que el PP vota a favor de una moción presentada por el PSPV.
La gran mayoría de mociones presentadas por nosotros tienen un carácter claramente positivista y constructivo, pero sistemáticamente son revocadas por la mayoría absoluta del PP. En esta ocasión no ha sido así y al menos la moción encaminada al mantenimiento y pago de la deuda al Instituto de Tecnología Cerámica fue aprobada. Sin embargo, no ocurrió lo mismo con la moción que planteaba la construcción de nuevos espigones accesibles en las playas.
No voy a entrar en lamentos enunciando todas las mociones rechazadas por motivos fundamentalmente partidistas y que dejaban al margen la defensa de los intereses de los vecinos de Benicàssim para posicionarse de una manera absolutamente manifiesta del lado de rancias ideologías que albergan las siglas del PP.
Esperemos que este voto siente un precedente para que comiencen a entender que desde la oposición también se puede hacer política constructiva como la que estamos planteando. Y a partir de ahora, sean más sensibles con la coyuntura social, política y económica que estamos viviendo.
No son momentos de enfrentamientos banales por cuestiones partidistas, ahora toca hacer Política con mayúsculas. Políticas encaminadas a superar una situación crítica y que precisará del apoyo de todos para ‘salir adelante’.
Porque Benicàssim somos todos.