SOCIEDAD Medio Ambiente
Benicàssim ultima una ordenanza para regular el control del mosquito tigre y combatir su proliferación
E. BELLIDO // BENICÀSSIM
El Ayuntamiento de Benicàssim está ultimando la que será, probablemente, la primera ordenanza municipal de la provincia que regule las medidas para combatir la proliferación del mosquito tigre en la localidad. Y como cualquier ordenanza, el documento contemplará sanciones para aquellos que no la cumplan. Aunque todavía se estudiando y determinando este aspecto, según explicó la concejala de Sanidad, Vanesa Batalla. En la actualidad, los técnicos trabajan en la redacción del texto que se “está ultimando”, que “pasará por comisión informativa y que se aprobará definitivamente en pleno”, dijo la edila.
La ordenanza recoge el deber que tienen también los propietarios de tener en buenas condiciones sus piscinas, así como los demás elementos que suponen la creación de focos de proliferación de mosquitos. De forma paralela, desde el consistorio se aplican tratamientos anuales, procediendo a la detección de los focos y a la fumigación de las diversas zonas. Pero es un tema que se debe atajar de forma conjunta y, por ello, se instará con mayor fuerza a través de una ordenanza que distinguirá el área de aplicación entre particulares y Ayuntamiento.
Las llamadas y quejas por el tema de los mosquitos han descendido durante estas fechas considerablemente en gran parte del término de Benicàssim. De hecho, ahora se registran “alrededor de un 90% menos”, según indicó Batalla. Y las molestias se reducen, principalmente a la zona del Cuadro de Santiago. Allí sí hay problemas. Los vecinos alertan de las molestias que continúan padeciendo ahora en otoño por la “gran cantidad de mosquitos que sigue habiendo a causa del calor, incluso más que en verano”, así como el agua estancada que favorece su proliferación.
Uno de los vecinos afectados y que tiene una alquería en el Camí la Ratlla, Javier Emo, relataba ayer a este periódico que la situación es tal que “me ha tocado traerme al perro a casa porque si no me lo acribillan”. “Se me comen al perro, es de pelo corto y blanco, y en seguida tiene cinco o seis mosquitos por encima picándole”. Explica que el problema reside en el agua que hay acumulada en la acequia y otros espacios y que, además, “huele fatal”. “Tampoco podemos trabajar las tierras”, lamenta.
Los vecinos han presentado esta semana sus quejas llamando a los Ayuntamientos, tanto de Benicàssim como de Castellón, según añadió Emo.
Algunos dueños de mascotas también optan por no frecuentar el parque canino que hay justo en la zona, temiendo que los mosquitos piquen a sus animales, con el riesgo de transmitir enfermedades como la leishmaniosis, afectando en la utilización de este gran espacio de 30.000 m2 al aire libre. Batalla señaló que el mosquito que hay ahora “no es el tigre, sino el de las marismas”. Y afirmó que los tratamientos y pulverizaciones se continúan aplicando “varios días a la semana”. De hecho, en breve se va a proceder a la “renovación anual del contrato con la empresa encargada”, añadió.