Eva Bellido // Benicàssim
Los municipios costeros de la provincia viven su Semana Santa más insólita, con el freno a turistas para evitar la propagación del Covid-19.
Lo que está dejando una estampa tan poco habitual como es la de ver las playas y paseos completamente vacíos en los días más marcados de estas vacaciones.
Y lo que demuestra que los ciudadanos, en su gran mayoría, están cumpliendo las restricciones del estado de alarma.
Para garantizar que los vecinos cumplen con el confinamiento y la limitación de los desplazamientos a los estrictamente necesarios, continúan intensificados los controles, tanto por parte de la Policía Local como de la Guardia Civil.
Incluso en el día de ayer había un gran operativo de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de la Guardia Civil de Castellón (USECIC), supervisando en Benicàssim.
En cuanto a los datos de la Policía Local, «desde que empezó el confinamiento se han realizado 541 puntos de controles, de los cuales, 121 se han hecho esta semana de Pascua», según indicó ayer la alcaldesa, Susana Marqués.
«Y se han realizado no solo en los accesos de la localidad, sino también en las entradas de establecimientos, como los supermercados», apuntó Marqués. En total se han interpuesto un total de 55 denuncias solo en esta semana.
Asimismo, se ha identificado a 1.211 personas desde que se decretó el estado de alarma, de las cuales 858 solo en Semana Santa, para lograr el freno a los desplazamientos y la ocupación de segundas residencias.
La primera edila considera que las medidas extraordinarias tomadas «sí han sido efectivas». Además, se han revisado los párkings de los apartamentos, comprobando que están semivacíos.
No obstante, algunos vecinos han manifestado a este periódico que sí han percibido que hay más casas habitadas en los bloques de la playa y las villas de las urbanizaciones, y que algunos han llegado estos días, logrando esquivar los controles policiales.
Lo constatan también trabajadores de los supermercados del municipio, que además de registrar un mayor número de clientes que han optado por llenar la nevera para estos días festivos, también han visto caras nuevas.
La agenda de los festivales de la temporada también va sumando cancelaciones. A la suspensión del Sansan, que se celebrará en octubre; se une el Sound of People (SOP), que anunció ayer que aplaza su primera edición que estaba prevista para finales de junio. Y todavía no dan fechas.