Eva Bellido // Benicàssim
Benicàssim vivió el Día de Santa Águeda este domingo con la celebración de una multitudinaria romería, que partió desde el casco urbano hasta la ermita, situada en la partida Jovellús, con cientos de vecinos que denotaron su devoción.
Los asistentes se congregaron a las 09.30 horas en la iglesia de Santo Tomás, el punto de encuentro donde se registró un gran ambiente, mientras se procedió al reparto de los pañuelos conmemorativos por parte de las reinas, Andrea Pérez y Marta Vicente, y los festeros, acompañados de la alcaldesa, Susana Marqués, y miembros de la corporación municipal.
Con la música de la Colla de Dolçainers arrancó el desfile, que transcurrió por la calle Santo Tomás y siguió por el vial Santa Águeda, donde se realizó una parada para la distribución de dulces y moscatel entre todos los participantes, como manda la tradición, tras el impás por el covid.
Es un día muy especial para todos los benicenses, que profesamos una profunda devoción por nuestros santos patronos Sant Antoni y Santa Àgueda»
Susana Marqués, alcaldesa de Benicàssim
Durante todo el trayecto, a lo largo de los casi cuatro kilómetros que distan entre el casco antiguo de la ciudad y la ermita de Santa Águeda, se portó la imagen de la santa, patrona de Benicàssim. «Es un día muy especial para todos los benicenses, que profesamos una profunda devoción por nuestro santos patronos Sant Antoni y Santa Águeda, y lo expresamos recorriendo en romería estos cuatro kilómetros hasta llegar a la ermita y disfrutar de un paraje natural de una belleza innegable», según destacó la alcaldesa de la localidad, Susana Marqués.
De esta forma, el municipio pone completamente fin a los actos con motivo de la festividad en honor a Sant Antoni Abad y Santa Águeda, que concluyen cada año con este romería en homenaje a la patrona, que se celebra el primer domingo de febrero. En esta ocasión, además, lució un soleado día que permitió a todos los asistentes disfrutar enormemente del trayecto y todos sus atractivos.
Una vez en la ermita, también se ofició una misa, que contó con la asistencia de las autoridades y los vecinos con más fervor. La ermita de Santa Águeda fue junto al Castillo de Montornés uno de los lugares de primitivos asentamientos de población y en este templo hoy todavía perfectamente conservado, recibieron en 1603 la Carta Puebla.
Como en años anteriores, el Ayuntamiento de Benicàssim puso a disposición, desde la calle Santo Tomás hasta la ermita de Santa Águeda, un servicio de transporte adaptado para que las personas con movilidad reducida que lo requirieron pudieran acudir a la romería y participar en estos actos programados.
La tradicional romería estuvo encabezada por la imagen de la patrona que en todo momento estuvo acompañada con música tradicional de la colla de Dolçainers i Tabaleters de Benicàssim.