El grupo municipal de Compromís per Benicàssim, formado por los concejales Helena Salvador y Pau Ferrando, encabezados por su portavoz, Joan Bonet Hancox, votaron en contra a los presupuestos municipales del 2017 en el pleno del viernes.
«No podemos dar el visto bueno a unas cuentas formuladas y construidas, principalmente, con el abuso en el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles)», según manifestaron desde el grupo.
«La modificación en el tipo de gravamen, aprobada de prisa y corriendo por el consorcio PP-ARB-Ciudadanos el pasado diciembre, consideramos que representa una agresión hacia los derechos de los vecinos y vecinas de Benicàssim y que hace patente, una vez más, la intención de Susana Marqués y de sus socios de gobernar de cara a los intereses de las constructoras y empresas adjudicatarias de servicios, y dando la espalda a los intereses de los ciudadanos de Benicàssim», criticaron.
«Los presupuestos del 2017 los consideramos un avance rancio de cara a volver a seguir modelos de los tiempos de la burbuja urbanística, de los tiempos del hormigón, de los años donde el PP-ARB malbarataran cualquier intento de configurar un modelo turístico, un modelo de convivencia, basado en el desarrollo sostenible. Aquellos años de especulación que fueron desastrosos para la economía de Benicàssim, sus consecuencias aún las estamos sufriendo hoy en día», añadieron.
«Nosotros nos negamos a volver al pasado. Queremos aprender de sus errores y diseñar una ciudad mucho más eficiente, más solidaria, más moderna, más eficiente, lejos de la artificialidad que el PP, la señora Marqués y los grupos ‘palmeros’ nos quieren vender», concluyeron.