POLÍTICA Compromís
R.D. // BENICÀSSIM
En el pleno extraordinario del Ayuntamiento de Benicàssim «se cumplieron las previsiones, al aprobarse la cacicada de la alcaldesa, Susana Marqués, del PP: el tipo de gravamen del IBI ha subido al 0,56, lo que significa que la prevista bajada de los valores catastrales del 8 € queda neutralizada ante el pago del impuesto, que sólo se reducirá en un 2%».
Desde Compromís per Benicàssim «llevamos muchos años batallando contra el llamado catastrazo, perpetrado en 2006 cuando Marqués era concejala de Hacienda y la alcaldía estaba en manos de ARB». El nivel impositivo que sufren los vecinos de Benicàssim «seguirá siendo como hasta ahora, es decir, a todas luces confiscatorio. El 8 % de bajada de los valores catastrales ya era insuficiente, pero la decisión del equipo de gobierno es una burla a los contribuyentes». El PP ha contado con el apoyo de ARB y los votos en contra de Compromís y Ara Benicàssim. El PSOE y Ciudadanos se han abstenido.
“La oposición real ha votado en contra de una medida que garantizará la continuidad del despilfarro de un equipo de gobierno y de una alcaldesa incompetentes, incapaces de ajustar los gastos prescindibles”, señala Joan Bonet, portavoz de Compromís, quien pone como ejemplos “los innumerables actos culturales, lúdicos y deportivos, cuya gestión es mayoritariamente externalizada en favor de empresas afines al PP, en lugar de encargarse estos eventos a los funcionarios municipales”. “El Ayuntamiento de Benicàssim tiene técnicos perfectamente capacitados para sacar adelante estos eventos con un coste mucho menor y con una mayor calidad”, precisa Bonet.
Compromís per Benicàssim también denuncia que Marqués «quiera continuar con la costumbre de hacer contrataciones en modalidad de ‘renting’, como la de las famosas cuatro motos, que nos cuestan a los benicenses 160.000 euros, el césped artificial (170.000 euros), los vallados…”.
Además, «se continuará pagando cada año 207.000 euros por la gestión externa de la piscina climatizada, sin que exista ningún sistema de control para ajustar este precio anualmente». La alcaldesa también «pretende continuar abonando los arrendamientos de los terrenos de festivales, cerca de 300.000 euros anuales, sin que exista ningún contrato de subarrendamiento con los organizadores, tal y como se debe hacer según los reiterados informes jurídicos de los técnicos de la casa y conforme a la normativa vigente». “También seguiremos pagando con alegría las gratificaciones de ciertos funcionarios, fruto de una mala gestión en la planificación”, apunta el portavoz. “¿Y qué decir de los presupuestos de fiestas?”, se pregunta el concejal. “Cerca de 300.000 euros anuales para hacer unas fiestas francamente mejorables y con mucho menos dinero”.
Esto sólo son «unas pocas medidas que se podrían hacer para apaciguar la bajada en la recaudación, algo que la alcaldesa se niega a hacer: ella estima mejor continuar recaudando con impuestos confiscatorios para continuar malgastando el dinero de todos. Lo preocupante es que partidos de la oposición hagan un ejercicio reiterativo y calculado de abstención en temas que afectan directamente a la gente de Benicàssim, propiciando, así, que el equipo de gobierno del PP continúe con su gestión irresponsable del dinero público».