Redacción // Benicàssim
El Ayuntamiento de Benicàssim celebró el lunes un pleno extraordinario para la inclusión de 6,2 millones de euros de remanentes de tesorería al presupuesto actual con el objetivo, entre otros, de liquidar los préstamos pendientes de amortización, operación que permitirá dejar a 0 la deuda del consistorio. «Todo ello congelando tasas y precios públicos y sin incrementar la presión fiscal a los vecinos de Benicàssim”, según señaló la alcaldesa de Benicàssim Susana Marqués.
Marqués agradeció a todos los grupos políticos con representación en el consistorio el apoyo por unanimidad de todos los expedientes que se elevaron a la sesión “para llevar a cabo estas modificaciones de crédito necesarias y con el consenso de todos los grupos, demostrando que la política además de necesaria puede ser útil».
Tras el pleno, la munícipe remarcó que “el consistorio ha logrado mantenerse en deuda 0 desde 2019, siendo uno de nuestros principales compromisos de nuestra gestión económica al frente del Ayuntamiento, el no endeudar el bolsillo de nuestros vecinos”.
“Hoy las cuentas municipales de Benicàssim siguen estando totalmente saneadas, y ello a pesar de haberlas recibido en 2011 con una deuda de casi 17 millones de euros y otros 1,2 millones de euros de facturas en el cajón sin pagar. Esto reafirma que la gestión económica que está llevando a cabo este equipo de gobierno es seria, responsable y rigurosa y que, a pesar de las diferencias ideológicas y políticas, agradecemos que los compañeros de corporación reconozcan la labor que estamos llevando a cabo desde el equipo de gobierno”.
Evolución de la deuda
Cabe recordar que la evolución de la deuda del consistorio ha ido menguando de forma constante en la última década, tal como reflejan los datos públicos a este respecto. En 2011 lo que el Ayuntamiento debía se elevaba a 16.774.000 euros, y fue reducida en un 60% hasta los 10.334.000 euros en la primera legislatura de Marqués, llegando a una reducción de hasta un 80% en 2019, manteniéndose prácticamente a 0 desde entonces pese a la pandemia y la crisis energética.
“No aumentar la presión fiscal y gestionar eficientemente los recursos económicos de nuestros vecinos, exige llevar a cabo una política económica rigurosa, seria y responsable. Éste ha sido y es, desde el principio, una de las prioridades de nuestra gestión municipal, por ello el contar con unas cuentas saneadas, nos permite hoy encontrarnos ante un escenario económico óptimo para encarar las nuevas inversiones que Benicàssim precisa para seguir avanzando”, concluyó.