SOCIEDAD Medio Ambiente
EVA BELLIDO // BENICÀSSIM
La delimitación exacta del humedal del Cuadro de Santiago, que fue incluido en el catálogo de zonas húmedas de la Comunitat, todavía no está clara. El Ayuntamiento sigue desconociendo el dibujo de la parcela protegida, tras las últimas alegaciones presentadas, por lo que tampoco sabe si puede proceder a reparar las tuberías de drenaje que se encuentran averiadas y que llevan absorbiendo el agua desde hace décadas.
Una incidencia que, junto a las lluvias, ha conllevado encharcamientos en el espacio y suscitado “dificultades para los labradores de tierras próximas”, según han criticado. También se achaca a estas circunstancias la alta proliferación de mosquitos en esta zona.
El consistorio transmitió esta consulta a la Generalitat para preguntar cómo se podía actuar, pero siguen a la espera. Desde el departamento de Medio Ambiente de la Generalitat indicaron a este periódico que la Conselleria “no es la propietaria de estas tuberías de drenaje, por lo que no es la competente para arreglarlas”.
Y recordaron que se tiene que “tener en cuenta que por sentencia judicial la zona está declarada húmeda con lo que establece el artículo 15 de la ley de espacios naturales protegidos”.
Faltaría concretar las tuberías de drenaje que se encuentran en la delimitación, si son algunas o todas. La alcaldesa, Susana Marqués, ya aclaró que el Ayuntamiento “no va a acometer ninguna acción hasta que nos respondan cómo debemos actuar”.
La delimitación provisional de la zona húmeda del Cuadro de Santiago se publicó en el DOCV en diciembre del 2015 y el pasado 13 de enero se amplió el plazo de participación pública del procedimiento para la modificación del catálogo de zonas húmedas.
Los ecologistas defienden que los drenajes deben parar en la zona y, por tanto, las tuberías no deben repararse. Desde Arca Ibérica consideran que el “ámbito de suelo en desecación recorrido por la red de drenaje implantada sería el perímetro real de suelo a proteger, además de los suelos poblados por especies vegetales endémicas existentes, como indican los informes de técnicos en biología y botánica aportados por la asociación”, sumando un perímetro total a incluir en el catálogo de protección que sobrepasaría “las 79 hectáreas del perímetro propuesto por la Generalitat”.
Desde Seo-Castellón, por su parte, señalaron que, a nivel de conservación de hábitat, «lo ideal sería que no continuasen los drenajes, sobre todo si fuesen a afectar (directa o indirectamente) a los niveles de inundación de la zona delimitada en el catálogo de zonas húmedas». Reconocen que la presencia de masas de agua tiene como consecuencia la presencia de mosquitos, «pero no son solo mosquitos lo que podemos encontrar aquí. En todo caso, los mosquitos son un recurso alimenticio, en sus diversas fases (huevo, larva, imago) por lo que favorecer la presencia de depredadores, tanto anfibios como aves, muerciélagos y otros no solo ayudaría a minimizar las molestias provocadas, sino incrementar la riqueza y diversidad de especies en la zona».
Lo que podría suponer un aliciente «dada la creciente importancia del turismo de naturaleza o ecoturismo, que se vería potenciado por la presencia de un humedal de prestigio», aseveraron.
El listado de propuestas prioritarias que se ha elaborado en el Ayuntamiento entre todos los partidos incluye la regeneración del humedal del Cuadro de Santiago y su puesta en valor como recurso turístico, tras haber sido sugerido por la mayoría de grupos.
Algunos afectados de la zona, sobre todo por la proliferación de mosquitos, instan a tomar medidas como adecuar el espacio para que se vaya renovando el agua encharcada.