El nuevo complejo del Eurosol podrá tirar hacia adelante en Benicàssim tras más de tres años de espera y trámites burocráticos. El Ayuntamiento aprobó este lunes, en la comisión informativa de urbanismo, la propuesta para llevar al pleno ordinario del viernes la ordenación pormenorizada de la parcela y darle el visto bueno definitivo, después de haber recibido la ansiada autorización de la dirección general de Costas (Madrid).
La sesión abordará la aprobación de la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en este solar terciario en el que la zona de tránsito más próxima a la playa se quedará para las terrazas y la de afección (cercana a la acera de la carretera) será donde construyan la edificación, según explicó el concejal del área de Urbanismo, Carlos Díaz.
Finalmente, el complejo únicamente podrá dedicarse a restauración, ya que Costas no ha permitido ubicar en este emplazamiento un centro comercial, por lo que tendrá que ser dedicado íntegramente a servicios dedicados a la hostelería, pese a que el PGOU permite ambos usos en el terciario.
El próximo paso será remitir a la Conselleria de Territorio esta modificación para su constancia. Con estas novedades, los nuevos propietarios de la parcela, dos inversores del sector azulejero que la compraron al Grupo Gimeno, ya tendrán luz verde para llevar a cabo los trabajos de urbanización, que contemplan adaptar las aceras y entornos, así como las partes que cede el Ayuntamiento para la realización de rampas y ascensores, que serán públicos y garantizarán la accesibilidad de todas las personas, según indicó Díaz.
El proceso todavía no ha acabado. Aunque ahora que se han sentado las bases, irá todo más rodado»
Carlos Díaz, concejal de Urbanismo
No obstante, también quedará pendiente la presentación y aprobación del proyecto del edificio definitivo y que el consistorio emita la correspondiente licencia de obra y de actividad, que tendrá que ser supervisada también por Costas. También deberán solicitar la ocupación de las zonas correspondientes mediante concesión. «El proceso todavía no ha acabado», según manifestó el edil. «Aunque ahora que se han sentado las bases, irá todo más rodado», afirmó.
El objetivo de los nuevos inversores pasa por convertir este espacio en todo un referente gastronómico en la provincia, con la implantación de varios negocios de hostelería, en esta privilegiada ubicación, a primera línea de la playa Heliópolis, cerca de otros nuevos restaurantes que abrieron sus puertas hace unos años.
El antiguo complejo fue derribado a finales del año pasado por los dueños, dejando el espacio diáfano y vallado con el fin de garantizar la seguridad, ya que estaba recibiendo la entrada de personas de forma ilegal y evitar accidentes. Su demolición cambió la estampa en esta zona a primer línea de mar que albergó este bloque, un icono de los inicios del turismo, con comercios y restaurantes.