Eva Bellido // Benicàssim
Poner fin a los problemas de inundaciones del Cuadro de Santiago de Benicàssim supondrá una inversión de alrededor de 1.700.000 euros.
Ésta es la cantidad que ha valorado el Ayuntamiento que costaría llevar a cabo la construcción de los diques necesarios en dos caminos y las mejoras pertinentes en la estación de bombeo para ir sacando, cuando haya volúmenes importantes, poco a poco el agua del humedal al mar.
Son algunos de los datos que se desprenden del anteproyecto que ha sido realizado por el ingeniero de Caminos del consistorio y que ya tiene en sus manos el equipo de gobierno, según ha indicado el concejal de Urbanismo, Carlos Díaz.
Un estudio que ha calculado el presupuesto necesario para llevar a cabo la actuación que fue propuesta como mejor solución en el informe encargado por la Confederación Hidrográfica del Júcar tras quedar incompatible el proyecto de canalización del barranco de la Parreta por la declaración del humedal como Zona Húmeda de Especial Protección. Y es que al anterior plan secaba el espacio al llevar directamente el agua al mar.
La intervención que finalmente se plantea es de menor envergadura, más económica –frente a los cuatro millones de euros del anterior proyecto que nunca se llegó a ejecutar en más de 10 años– y ayudará a poner en valor el paraje, con la creación de un lago laminador.
Según las conclusiones del último trabajo, que se ha realizado con un periodo de retorno de 500 años, se propone la creación de unas motas de contención en el Camí la Ratlla a dos metros de altura (ahora está entre 0,5 y un metro) y en el Camí dels Tamarits (futura calle Bechí y que ahora está entre cero y un metro sobre el nivel del mar) a 2,5 metros de altura.
Con esta obra se mantendría el agua dentro del humedal del Cuadro de Santiago, en el lago laminador, y tras un periodo de 10 o 15 días, se iría sacando poco a poco al mar con la estación de bombeos por el espigón de la curva.
El concejal de Urbanismo ha explicado que el objetivo es que sea la urbanización de los sectores 5 y 6 y Benicàssim Golf la que se desarrolle la construcción de estos diques. No obstante, “si tardan o no fueran adelante será el Ayuntamiento el que lo tenga que acometer para evitar la inundabilidad, ya que hay más de 800 viviendas afectadas cuando se producen lluvias torrenciales y la seguridad de las personas es lo primero”, afirmó Díaz.
La zona próxima al Serradal y el Camí la Ratlla es donde más inundaciones se producen cuando se registran fuertes precipitaciones, llegando a cortarse la circulación en algunos de estos viales.
El espacio cuenta con unas tuberías de drenaje que llevan absorbiendo el agua durante décadas para evitar inundaciones en las zonas residenciales próximas. Las que se encuentran en el interior del terreno delimitado protegido se apagarán por completo, mientras las de fuera continuarán funcionando, “aunque quizás haya que reforzarlas si aumenta el nivel freático”.
Díaz ha señalado que el objetivo es buscar financiación en la Unión Europea para la recuperación y puesta en valor del humedal, con su característica flora y fauna.