Redacción // Benicàssim
El pleno del ayuntamiento de Benicàssim sacó adelante el viernes la renegociación del convenio que el consistorio tenía suscrito con Acuamed desde el año 2008 para la puesta en marcha de la desaladora de Oropesa que debe dar servicio a los municipios de Benicàssim, Oropesa y Cabanes.
El nuevo texto aprobado en el pleno municipal del viernes ha permitido la activación de la desaladora de Oropesa, que de este modo se ha podido poner en funcionamiento este sábado (un día antes del plazo máximo) para así cumplir con los compromisos europeos.
«Lo que salva a nuestro país de devolver las ayudas de la UE para la construcción y puesta en marcha de estas desaladoras que se firmó en 2008», han recordado desde el equipo de gobierno.
La alcaldesa, Susana Marqués, ha señalado que con la renegociación del nuevo acuerdo revisado, «el ayuntamiento ahorrará 1.075.000 euros al año, lo que significa que no solo ahorrará el ayuntamiento, sino también los ciudadanos».
Un convenio que era «perjudicial»
Marqués ha recordado que el convenio de 2008 «que firmó el anterior gobierno del tripartito, obligaba al consistorio a aportar unas cantidades económicas desorbitadas que lastraban la economía municipal y perjudicaban gravemente a los vecinos, ya que hubiera supuesto casi triplicar el precio del agua para los vecinos«.
«Durante todos estos años se ha llevado un duro trabajo técnico y político para negociar aquellas nefastas condiciones y que evitara pagos que eran injustos con la ciudadanía y con el municipio», ha señalado.
En el pleno, Partido Popular, ARB y PSOE, han respaldado el nuevo texto, mientras que Compromís, Ciudadanos y Ara Benicàssim han votado en contra, «una decisión que en estos momentos, de no haber obtenido el convenio el respaldo suficiente, hubiera condenado a los vecinos a pagar el triple por el agua», han indicado desde el equipo de gobierno.
La munícipe ha recordado que se han mantenido «reuniones casi mensuales y siempre se ha luchado por obtener las mejores soluciones para la ciudad de Benicàssim».
«Máxime si cabe, con una desigualdad manifiesta hacia nuestra ciudad ya que, mientras en Cataluña y en otras comunidades autónomas como Andalucía, las desaladoras que se construyeron en la misma época fueron costeadas íntegramente por el Gobierno de Zapatero, a Castellón se nos castigó obligando a asumir por parte de los ayuntamientos, el coste de la amortización de la obra», ha lamentado.
Los acuerdos contenidos en la revisión del convenio suponen, entre otros, «evitar un coste injusto a los vecinos pero, al mismo tiempo, seguiremos reivindicando al Estado el pago de la desaladora, como en otras provincias», ha añadido Marqués.
Costes de mantenimiento
Asimismo, también «se ha conseguido también una reducción de los costes que se le atribuían al ayuntamiento en concepto de gastos fijos del funcionamiento de la planta, como personal, energía, vehículos, mantenimiento, entre otros, y que con el convenio anterior, también castigaban al ayuntamiento con 350.000 euros al año«.
«Con la renegociación, el coste que tendrá que asumir el ayuntamiento ahora será de 75.000 euros«.
Marqués se ha mostrado satisfecha con el acuerdo: «Creo que las decenas de reuniones para renegociar aquel convenio dañino y lesivo con la ciudad de Benicàssim han sido positivas».