El Ayuntamiento de Benicàssim ha aprobado en pleno solicitar al Gobierno de España que contemple la solución de inundabilidad del barranco Sigalero dentro de las obras prioritarias estatales.
Todos los grupos con representación municipal han respaldado la propuesta de trasladar al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico la necesidad de proyectar y construir a medio plazo una balsa de laminación con capacidad superior a 100.000 m³, que proteja a más de 600 viviendas de la zona sur del municipio.



La alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués, ha explicado que esta intervención “reforzará la resiliencia urbana y dará tranquilidad a los vecinos de la zona sur”.



El proyecto se enmarca en las conclusiones de un estudio realizado por el consistorio, presentado al vecindario el pasado mes de agosto, que plantea dos posibles ubicaciones para la construcción de la balsa: en las inmediaciones de la autopista AP-7 o en los terrenos de la actual depuradora. En ambos casos, la infraestructura permitiría regular el caudal del barranco y reducir el impacto de las aguas sobre la zona urbana.
Reivindicación al Ministerio
Marqués ha subrayado que “la falta de inversiones por parte del Gobierno central en infraestructuras que eviten inundaciones en ramblas, barrancos y cauces, no es solo una grave irresponsabilidad, sino también un desprecio hacia nuestra tierra”. Según la alcaldesa, el Ministerio tiene la obligación legal de ejecutar las obras necesarias para garantizar la seguridad de la población en las áreas de riesgo como el barranco Sigalero.
Un cauce de respuesta rápida
El barranco del Sigalero es un cauce de corto recorrido y con pendientes muy elevadas en la cabecera montañosa, lo que provoca una respuesta inmediata ante lluvias intensas. En cambio, en la llanura aluvial próxima a la costa mediterránea, el cauce pierde capacidad erosiva hasta desaparecer, lo que favorece los episodios de inundaciones en la zona urbana.