Eva Bellido // Benicàssim
Un total de 210.000 asistentes disfrutaron de la 27º edición del Rototom, que terminó el lunes tras siete intensas jornadas de conciertos y actividades en el recinto de festivales de Benicàssim.
La organización dio a conocer tras finalizar el festival los datos finales registrados en el festival a modo de balance y detalló que, entre el público, asistieron también 13.782 menores de 13 años; 5.054 mayores de 65; y también participaron 3.745 personas con diversidad funcional.
Los espectadores procedían de hasta 77 nacionalidades de los cinco continentes, lo que demuestra el carácter multicultural del certamen reggae. La mayoría era de España, Francia, Italia, Alemania y Reino Unido, aunque se unió también público de Uruguay, Egipto, Tailandia, Kenia, Haití, Indonesia, Vietnam, Islandia, Nueva Zelanda o Trinidad y Tobago, entre otros muchos países.
Público diverso creando comunidad, y equipo. Esta unión quedó patente de forma especial cuando en las últimas horas de la segunda jornada del festival (el miércoles 17) el recinto de conciertos tuvo que ser desalojado de manera preventiva, y afortunadamente sin incidentes, por el temporal de viento. «La reacción de las personas asistentes fue colectiva y ejemplar; evidenció que en la dificultad nace la unión y que Rototom tiene un público implicado», manifestaron desde la organización.
La programación continuó con normalidad hasta la clausura del lunes por la noche, que estuvo coronada por Burning Spear.
El Rototom rebasó los límites del recinto de conciertos gracias a la retransmisión vía streaming de los shows del Main Stage y el Lion Stage y de los principales debates y sesiones de la Reggae University, que acercaron el festival a 2.835.000 personas de 90 países.
Más verde
La edición ‘We must change the world’ deja hitos, como el de haber convertido al Rototom Sunsplash en el primer festival en Europa que mide, verifica y certifica (por parte de Aenor) su huella de carbono gracias a un proyecto implementado por Tuawa y Global Omnium. El certamen refuerza así su compromiso ambiental, plasmado ya en el hecho de ser un evento ‘plastic free’. Ha eliminado un año más las botellas de agua -en esta edición se han ahorrado 140.000 unidades, lo que equivale a más de 39 toneladas de CO2 que dejan de emitirse a la atmósfera- y ha instalado más fuentes y casetas de recarga hídrica, con la colaboración y participación en esta logística de Tuawa+Global Omnium, y de Ecozona Iberian. Esta última firma ha puesto a disposición del público 14 casetas de suministro de agua por todo el recinto, “un gesto que agradecemos y que es clave en nuestro compromiso por hacer del Rototom un evento más sostenible”, indican desde la organización.
Además, el festival ha abogado por su sistema de vasos reutilizables y con fin solidario: toda la recaudación se destinará a Casda y Conquistando Escalones para respaldar una investigación esperanzadora en la lucha contra el SIDA. El compromiso social del festival se ha trasladado también a la campaña de colaboración con el Banco de Alimentos a través de la organización FoodRation4All y de su proyecto ‘Nadie sin su ración diaria’.
Sostenible. Social. Comprometido. Diverso. Multicultural e internacional. Bajo estas premisas el Rototom Sunsplash mira ya a su edición 2023, la número 28, para seguir ampliando la historia del evento reggae más grande de Europa. Del 16 al 22 de agosto. Desde Benicàssim, de nuevo, para el mundo.