Numerosas familias de Benicàssim están saliendo en defensa del obispo chileno que estaba desarrollando labores eclesiásticas en la localidad desde hace un año y que ha sido trasladado de nuevo a Les Alqueries por la preocupación de algunos vecinos por su posible relación con denuncias de índole sexual en su país de origen.
«Estamos muy indignados. Su labor ha sido en todo momento intachable. Ya se demostró que fue una falsa acusación y es muy injusto todo lo que le está volviendo a pasar ahora aquí», han explicado a Todo Benicàssim.
«Su comportamiento siempre ha sido estupendo y correcto, ha ayudado a muchos jóvenes, que se han quedado estupefactos con esta noticia, él es todo lo contrario a lo que se ha publicado. Ayudaba muchísimo a los demás».
En este sentido, son muchos los ciudadanos que le están mostrando su apoyo y han manifestado a este periódico estar muy apenados por su marcha. «Vino aquí precisamente para sanarse física y psicológicamente de esto que le ocurrió en Chile tan injusto, que se demostró que no era verdad, además de que pasó por una grave enfermedad».
La polémica saltó por varias familias que manifestaron su malestar y preocupación al cura de Benicàssim, Luis Oliver, y a los medios de comunicación tras conocer que este obispo chileno había sido denunciado en su país anteriormente por un posible caso de índole sexual con un mayor de edad y también por otros de abuso de autoridad con extrabajadores, tal y como publicaron medios chilenos.
Fue trasladado a España, primero permaneció en Les Alqueries y después se terminó ubicando en Benicàssim, donde ha permanecido hasta entonces prestando sus servicios en misas, charlas y catequesis.
La decisión del Obispado
El Obispado ha hecho público un comunicado a raíz de esta alarma creada en torno a Mons. Cristián Carlo Roncagliolo Pacheco, Obispo Auxiliar de Santiago de Chile. Aunque el texto hace hincapié en que no constan denuncias actualmente ni hechos probados, ante la intranquilidad mostrada por algunas familias del municipio, «pensando en la serenidad de todos», se ha decidido que este párroco regrese a la residencia Mosén Sol de Les Alqueries hasta que la Santa Sede determine el lugar adecuado para ejercer su ministerio. Por lo que de momento, dejará de prestar sus servicios desde ya en Benicàssim.