Eva Bellido // Benicàssim
Benicàssim ya dispone de un nuevo acceso al casco urbano que contribuirá a descongestionar la Gran Avenida Jaime I. Las obras de la calle, que ahora conecta Frares con Joanot Martorell, ya han finalizado, pero no se abrirá a la circulación hasta este mes de septiembre, ya que queda pendiente la colocación de toda la señalética.
La actuación supone el desarrollo del vial del ferrocarril, que está en paralelo al trazado del carril bici. Enlaza con Boniche y, a través del puente de Farja, construido hace unos años, será una nueva entrada al pueblo.
Y, con ello, el objetivo es eliminar el giro a la izquierda del semáforo de la Gran Avenida, para quitar este acceso a Boniche, y aliviar el tráfico por este transitado vial.
Según explica el concejal de Urbanismo, Carlos Díaz, se va a reordenar el tráfico dejando las calles de esta zona «de una única dirección y de esta forma mejorar la seguridad y reducir el peligro de accidente».
Uno de los principales cambios será que desde la Gran Avenida ya no se podrá girar a la izquierda y que Boniche, por tanto, únicamente será de bajada.
«Ya están acabados los trabajos y tenemos pedidas las señales, a falta de poderlas colocar después del verano». «También se han llevado a cabo ya las tareas de asfaltado, pintura…», indica Díaz.
Nuevas plazas de aparcamiento
Además, se han creado las nuevas plazas de aparcamiento, más de 60, reforzando así las bolsas de párking en las proximidades del bulevar y el casco urbano.
El amplio vial está ideado para que puedan circular vehículos a motor, bicicletas y peatones, con espacios reservados para cada uno de ellos y con las correspondientes medidas de seguridad.
Respecto a la zona para los vehículos, el ancho es de aproximadamente cuatro metros de carril, puesto que es de un solo sentido hacia el casco urbano. En la parte peatonal, se dispone de un bordillo separador de protección contra los coches.
Por último, el carril bici se ha desplazado todo lo posible hacia el lado de la montaña.
Inversión de 90.000 euros
La intervención salió a licitación el pasado mes de marzo, pero el proceso se vio interrumpido debido a la declaración del estado de alarma por la crisis del coronavirus, se reanudó después.
La actuación fue adjudicada finalmente por alrededor de 90.000 euros a la empresa Pavasal.
El edil señala que este verano «no se han producido grandes embotellamientos» como otras pasadas temporadas, ya que no se han celebrado los macrifestivales, el FIB y el Rototom (por la crisis sanitaria), que solían producir grandes atascos en la Gran Avenida Jaime I, entre otras.