L. Ferrando// Benicàssim
El festival Rototom Sunsplash ya se va terminando y, por ello, las últimas apariciones en el Main Stage son de lo más especiales.
Green Valley fue el encargado de iniciar la penúltima jornada del festival. Con el público preparado para escuchar al cantante, el artista salió del escenario con toda su energía buscando la participación de sus fans en algunas canciones, como cogerse todos, agacharse, encender los mecheros o crear un pogo en medio de la gente.
La letra de las canciones y las luces, que iban cambiando conforme el sol se escondía, creaban un ambiente mágico que los más sentimentales se emocionaron con títulos como No me voy a rendir o Si no te tengo.
Personas de todas las edades, desde los más pequeños a los más mayores, bailaron sin parar todo el concierto al sonido de la banda y disfrutaron hasta el último segundo del concierto.
Seguido de Green Valley, apareció sobre el escenario Italian Reggae All Stars, donde artistas como África Unite, Giuliano Palma, Raiz, Brusco, Nina Zilli, Train to Roots y Michela Grena, crearon un espectáculo de lo más original.
El público, impaciente, cantó y bailó las canciones de sus artistas favoritos, desde el principio del escenario hasta el final, todos en una descargando las energías que les quedan para el final del festival.
Algunos emocionados, otros tristes pensando que ya quedaba poco, pero todos unidos como los artistas del escenario.
Y llegó el momento de Mellow Mood, esta vez, italianos de todo el festival fueron los protagonistas en el público, esperando al artista de Italia con banderas procedentes de su país.
El cantante arrasó en el concierto. Miles de fans bailaron hasta hacer vibrar el suelo de Benicàssim con sus canciones y saltos. La participación del público en algunas letras también fue clave para el desarrollo del concierto, pues, algunos cantaron todo el repertorio del artista hasta el final.
Finalmente, los encargados de cerrar el escenario fueron Fat Freddy’s Drop, que vinieron desde Nueva Zelanda con su mezcla musical de reggae junto con hip hop, dub, techno y blues.
El grupo hizo vibrar al público con canciones de su último álbum Bays, que, acompañando a los músicos, muchos de los fans no dudaron en cantar o tararear alguna de sus letras cerrando el escenario por la puerta grande.
Fuera de los conciertos, la tarde de este martes estuvo marcada por otros ases culturales y de compromiso social. African Village instaló su pasarela de moda con ropa procedente del top manta.
Diseños tradicionales africanos de Bissap, exhibieron las propuestas de dos proyectos ligados al top manta: Diomcoop y el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona.
Una iniciativa que, además de visibilizar la problemática a la que se enfrentan las personas que se dedican a la venta ambulante, muchas de ellas en situación irregular, abrió a este colectivo una vía de autogestión.
Por su parte, el sufrimiento y las dificultades que atraviesan las personas migrantes fue la temática que abordó el documental Héroes invisibles-Mediterráneo Central, que este martes se proyectó en la carpa del Foro Social y que contó con el testimonio del médico de Proactiva Open Arms Guillermo Cañardo.
En cuanto a los debates en este mismo espacio, el titulado Jugar, educar para la vida cerró el programa previsto para este año.
Miguel Castro, responsable de educación creadora en Diraya Expresión; así como Elena Cruces, promotora de Imagine Elephants, expusieron el potencial educativo del juego en esta sesión moderada por Belén Borobio, de Taller de Expresión.
Por su parte, el Rototom Circus despidió su programación oficial con el espectáculo especial Check Point Clown, a cargo de Pallasos en Rebeldia.
Una performance con la que la compañía gallega, responsable del festival Festiclown, persigue denunciar la dramática situación que se vive en las fronteras, desde un punto de vista creativo y formativo.