Los Reyes Magos de Oriente visitaron en la tarde de este viernes Benicàssim y los niños los recibieron con ilusión. Como ya es tradición, sus majestades pasaron también por la Residencia Geriátrica del municipio.
A última hora, las previsiones de fuertes vientos obligaron, por prevención, a reorientar la Cabalgata Real, acortando el recorrido, que finalmente transcurrió desde el puente de hierro hasta la iglesia de Santo Tomás, donde cientos de niños esperaron junto a sus padres a los Reyes Magos, que llegaron con sus carrozas, en un desfile de lo más animado pese al viento y el frío.
Hasta 500 kg de caramelos se repartieron durante el pasacalle, que impregnó de magia esta noche de Reyes.
Después, todos los niños pudieron saludar de cerca a sus Majestades los Reyes de Oriente en la carpa de fiestas y transmitirles sus deseos.